En casa de mi mamà puede faltar cualquier cosa menos un pedazo de focaccia, esta es una especie de pan plano aunque si tienen diferencias sea en elaboración que en el modo como se condimenta.
No obstante mi madre viva en Genova una ciudad conocida por su focaccia, es para mi una tradición llevarle siempre algo que le guste, y esta definitivamente hace parte de sus placeres, así que para este ultimo viaje me puse manos a la obra y el resultado fue satisfactorio.
La he preparado lo mas sencilla posible para evitar feas sorpresas pero lo bueno de esta elaboración es que puede ser enriquecida con lo que prefieras, tomates, cebollas, mozzarella, salames y todo lo que te guste.
Ingredientes:
Para una bandeja de 36x40 cm
250g de harina de fuerza
250g de harina de repostería
300ml de agua tibia (que se logre sumergir un dedo sin sentir dolor)
1 cucharadita de miel
25ml de aceite de oliva
15g de levadura (yo uso la fresca de cerveza)
8 g de sal
1 papa de 100g (pelada, cocinada y hecha puré)
Para condimentar
3 cucharadas de aceite de oliva
35ml de agua
Sal grueso c/n
Orègano c/n
Preparaciòn:
Diluimos la levadura en el agua y agregamos la cucharada de miel.
En un recipiente versamos el resto de ingredientes incluido el purè de papa, unimos el agua con la levadura y amasamos para integrar el todo hasta obtener una masa elástica, algo pegajosa pero manejable.
Dejar levar por 3 horas en un recipiente unto de aceite y bien cubierto.
Transcurso este tiempo en un plano enharinado versamos la preparación, amasamos ligeramente y dejamos reposar por 30 minutos.
En una bandeja de horno siempre unta de aceite derramamos la masa y con la yema de los dedos la extendemos ligeramente (solo la distribuiremos en el espacio de la bandeja tratando de no sacar todo el aire), dejar leudar nuevamente por 20 minutos.
Para el condimento preparamos una emulsión uniendo agua y aceite, la repartimos en toda la superficie de la focaccia y con la ayuda de los dedos practicamos fositas en la masa, espolvorear con orégano y sal gruesa.
Hornear a 180° por 20 minutos aproximadamente.
Fuente: este post proviene de Mi Ritmo en Cocina, donde puedes consultar el contenido original.
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