Empezaremos por lo básico: el huevo frito. Lo único que hay que hacer es echarlo en una sartén en la que, previamente, hemos calentado aceite de oliva. Su punto justo es cuando la yema todavía está líquida y los bordes de la clara se ven tostaditos. Rápido y fácil, ¿sólo tienes 15 minutos para comer? ¡Un huevo frito! Que no se te olvide el pan para mojar…
Los huevos poché se cocinan con agua y un chorrito de vinagre en una olla. Hay que tener cuidado que el agua no llegue a hervir e ir dándole forma redondeada con una cuchara cubriendo la yema con la clara a medida que se va cociendo. Se puede aderezar con lo que quieras: pimienta, azafrán, orégano… y es el acompañamiento perfecto para cualquier plato.
La forma flamenca proviene de la cocina andaluza. Consiste en estrellar los huevos crudos en una cacerola de barro y añadirle verduras. Después se meten al horno hasta que cuajen y se acompañan de rodajas finas de chorizo y jamón. Realmente no existe una receta definida ya que los componentes dependen del cocinero.
Los huevos al plato son similares a los anteriores. También se hacen en el horno y, la única diferencia, es que éstos se acompañan exclusivamente de un poco de jamón. Son más sencillos.
Llamamos huevos estrellados a aquellos que, una vez fritos, se colocan encima de una base de patatas fritas y beicon (el ingrediente cárnico puede variar). Se puede elegir entre partir la yema del mismo para que se mezcle con el resto del contenido del plato o conservarla intacta para mojar en ella con las patatas. Es típico de Madrid.
Los huevos rellenos conllevan una mayor elaboración que la demás recetas. Lo que primero debemos hacer es cocerlos y partirlos a la mitad sacándoles la yema. A continuación se eligen los ingredientes con los que vamos a rellenar el huevo (pueden ser verduras, atún, taquitos de jamón…) y se mezclan rellenando, posteriormente, el hueco del huevo. A estos ingredientes se les suele añadir alguna salsa: mahonesa, salsa rosa… para que queden más jugosos y compactos. Para terminar se suele espolvorear la yema picada por encima a modo de decoración. Se sirven siempre fríos.
La última forma de cocinar huevo de la que vamos a hablar son los huevos revueltos. Se preparan en una sartén con aceite caliente, previamente deberemos haber batido el huevo. Es muy importante remover constantemente mientras se hacen para que queden jugosos y no se compacten. Los podemos acompañar de lo que más nos apetezca.
Estas son sólo algunas ideas pero, ¡seguro que hay muchas más! ¿Cómo cocinas tú el huevo?, ¿de qué lo acompañas?