Pues vamos a por ese desayuno saludable, casero y dulce que podemos preparar en muy poco tiempo con muy pocos ingredientes. ¿Comenzamos?
Los ingredientes para dos personas son:
500 ml de leche
100 g de harina de avena
2 cucharadas de cacao en polvo
1 nectarina
30 g de arándanos
30 g de avellanas
2 cucharadas de sirope de arce (Opcional)
Vamos a utilizar leche de avellana que viene en la nueva caja Degustabox. Una leche con carácter, que podemos beber sola o utilizarla en nuestras recetas. En este caso, va a aportar un sabor muy especial a nuestro plato.
Preparación:
Lo primero es tener listos todos los ingredientes antes de ponernos con la elaboración. Tamizamos la harina y reservamos. Hacemos lo mismo con el cacao. Machacamos las avellanas con ayuda de un mortero.
Vertemos la leche en un cazo, la ponemos al fuego y la llevamos a ebullición. Añadimos la harina de avena y removemos. Una vez vuelva a hervir, bajamos el fuego, tapamos y dejamos cocer durante 7 minutos a fuego muy bajo o hasta que adquiera la consistencia deseada, removiendo de vez en cuando.
Lavamos y secamos bien la fruta. Cortamos la nectarina en rodajas muy finas. Podemos hacerlo con un cuchillo o con ayuda de una mandolina.
Transcurridos los 7 minutos, apartamos del fuego, añadimos el cacao y mezclamos bien.
Si decidimos agregar el sirope, ahora es el momento. Removemos bien para integrarlo. El sirope de arce le aporta tanto dulzor como brillo a las gachas, yo se lo suelo añadir siempre.
Presentación:
Repartimos la mezcla en dos cuencos. Decoramos con las láminas de nectarina y los arándanos. Para terminar, espolvoreamos un poco de avellanas troceadas por encima.
¡¿Qué os puedo decir de la combinación leche de avellanas con cacao que no sepáis?! Estas gachas tienen un sabor impresionante. La fruta le aporta frescura y sabor y las avellanas la textura crujiente. Un plato sano, fácil de preparar que os encantará por su sabor. Ideal para un desayuno.
Bon appétit!