Llevaba tiempo viendo estas galletas en muchas páginas y me parecían muy graciosas, sabía que tarde o temprano terminaría haciéndolas, y aquí estoy, con mis galletas con forma de champiñón. Además, tengo que decir que son las galletas más fáciles de hacer que he visto nunca, las tienes en un momento, y sin necesidad de comprarte ningún molde especial ni nada.
Yo he hecho la mitad de los ingredientes de la receta que ví, no me apetecía nada estar comiendo galletas toda la semana, así que si quereis hacer más cantidad sólo teneis que duplicar las cantidades que os pongo. A mi con las cantidades que os indico me salieron 14 galletas, aunque tengo que reconocer que tenía que haberlas hecho más pequeñas, pero bueno, espero que os sirva de referencia.
Para darles forma de champiñón necesitareis un botellín de cristal (como los de coca-cola), yo he utilizado uno que tenía de agua que era un poco más grande, en las fotos lo vereis.
Ingredientes:
100 gr de mantequilla a temperatura ambiente
100 gr de azúcar
1 huevo L
1 cucharadita de extracto de vainilla
210 gr de harina de maicena
70 gr de harina
1 cucharadita de levadura en polvo
Cacao en polvo
Así lo hago yo:
Precalentamos el horno a 190º.
Batimos la mantequilla con el azúcar hasta conseguir que quede con aspecto cremoso. Añadimos el huevo y la vainilla y mezclamos hasta que quede integrado. Agregamos la maicena poco a poco y mezclamos con una espátula.
Por último incorporamos la harina mezclada con la levadura y seguimos mezclando. En este punto yo utilicé las manos para integrarlo mejor. Hacemos bolas pequeñas y las vamos dejando en una bandeja cubierta con papel de horno.
Y ahora pasamos a darles forma. Para ello ponemos cacao en polvo en un bol, y un poco de agua en otro, sumergimos la boca de la botella de cristal en el agua y después lo pasamos por el cacao, y presionamos la bolita de masa. Lo hacemos rápidamente, ya que se formarán grietas en la masa, así con cada bolita. Esto es lo que hará que la galleta tenga aspecto de tener tierrecilla como los champiñones.
Horneamos durante 15 minutos y dejamos enfriar en una rejilla.