Estas galletas son espectaculares y sé que aunque el jengibre no te entusiasme excesivamente te van a encantar, te lo prometo.
Hace tiempo que las subí a Instagram, pero no me había dado tiempo aún a subirlas al blog pero como véis, ya lo he solucionado.
Son muy fáciles de hacer y son perfectas para acompañar en un día frío una taza calentita de té, café o de chocolate. La verdad es que van bien con todo o incluso solas.
Os cuento como se hacen ya veréis que se convierten en una de vuestras recetas favoritas.
Ingredientes:
2 tazas de premezcla sin gluten
20 gr. harina de arroz
130 gr. margarina o mantequilla vegetal
50 ml. bebida de arroz
1 chorrito de edulcorante
3 dátiles Medjoul
1 cda. jengibre molido
1 pizquita de sal
Elaboración:
El primer paso es como en casi todas las recetas con horno, ponerlo a precalentar. En este caso lo haremos durante unos 15 minutos a 180º.
Mientras, en un recipiente ponemos la margarina que tiene que estar a punto de pomada, blandita pero no derretida.
Cortamos los dátiles en trozos muy pequeñitos para que no resulten desagradables al comernos las galletas y los agregamos a la margarina.
Añadimos el resto de ingredientes y amasamos hasta integrar todo y que nos quede una masa con una textura cremosa.
Forramos una bandeja de horno con papel vegetal y ayudándonos de dos cucharas, vamos poniendo porciones de masa del mismo tamaño y separadas más o menos por la misma distancia hasta terminar la mezcla.
Horneamos a 180° durante unos 10 o 12 minutos o hasta que la superficie esté dorada.
Recordar que las galletas tienen que salir blandas del horno porque siempre endurecen al enfriarse y no es plan de morder una y tener que salir corriendo al dentista.
Transcurrido el tiempo de horneado, las ponemos sobre una rejilla y las dejamos enfriar.
Una vez frías, las conservamos en la típica lata de galletas o en un recipiente con cierre hermético.
On egin.