Un año más, sigo con mi blog de cocina y tengo tanto por degustar, por cocinar, por escribir, que me falta tiempo para pasarlo al blog, pero como todas las cosas a las que se le pone cariño y corazón, acabo encontrando ratos a los que poder dedicar con ilusión. Espero, un año más, enseñaros mis sencillas recetas y sugerencias y que disfrutéis tanto o más que yo al preparlas.
La primera receta del año, son unas deliciosas galletas caseras de mantequilla, jengibre y canela, presentadas dentro de una bonita caja, detalle que recibió mi cuñada Pili de su sobrino Adrià, que le hizo tan riquísimo regalo el Día de Reyes.
La receta, fue extraída de: http://www.hogarmania.com/cocina/
Ingredientes:
260 g de harina.
150g de mantequilla pomada.
100g de azúcar moreno.
5 g de bicarbonato.
1 cucharadita de canela en polvo.
1 cucharadita de jengibre en polvo.
1 huevo.
Sal.Elaboración:
En un bol mezclar la harina tamizada, el azúcar moreno, el bicarbonato, la canela, el jengibre y una pizca de sal.
Batir el huevo y añadirlo a la mezcla. Seguidamente, agregar la mantequilla pomada y mezclar los ingredientes hasta obtener una masa homogénea.
Sobre una superficie lisa, mesa, mármol... espolvorear un poco de harina y colocar la masa.
Estirar con el rodillo hasta obtener un grosor de 1/2 cm. de espesor.
Cortar la masa con moldes y colocar las galletas sobre una bandeja forrada con papel de horno.
Introducir en el horno previamente precalentado a 180ºC y cocer de 15 a 20 minutos hasta que estén doradas.
Para decorar las galletas: (Opcional)
Ingredientes:
1 clara de huevo.
100 g. de azúcar glas.
Zumo de medio limón.
Chocolate de cobertura.
Colorante alimentario.
Preparación:
Para hacer la glasa, batir la clara a punto de nieve y añadir poco a poco el azúcar glas y unas gotas de zumo de limón, si se quiere color, añadir colorante alimentario.
Fundir el chocolate al baño maría, removiendo continuamente.
Cuando las galletas estén frías, decorar con el chocolate y el glaseado.
Observaciones:
Las galletas salen blandas del horno, pero cuando se enfrían quedan crujientes.
Conviene colocarlas encima de una rejilla para que se enfríen.
Para un perfecto regalo: colocar las galleta en una caja o lata decorada que cierre herméticamente y envueltas en papel.
Unas deliciosas galletas con una bonita presentación, ideales para regalar en cualquier momento especial.