¡Qué frío hace hoy en Madrid!
Me imagino a mi familia llegando a casa con la nariz roja y frotándose las manos por el frío.
Estos garbanzos estofados son un plato de los de cuchara de toda la vida pero con un toque diferente.
El aroma que deja en la casa es de hogar y tradición. De esos olores que te transportan a la niñez, te abren el apetito y apetecen para compensar un poco el frío del invierno.
Es una receta barata, rápida, fácil, sabrosa y agradecida. ¿Se le puede pedir más?
Estudiantes que vivís fuera de casa, "singles", independizados...¡Animaros a entrar en la cocina con esta receta! Impresionaréis a vuestro estómago y a vuestra pareja.
La he sacado de un libro de recetas de cocina baratas y la he adaptado un poco para hacerla más rápida y ligera.
Esta receta es un homenaje a mi madre, que guisaba o cocía los garbanzos con la magia de las gentes manchegas que casi todo lo solucionan con un "buen cocido". Ella me regaló la cazuela de barro en la que los he cocinado. ¡Gracias por TODO, mamá!
Ingredientes: Para 4 personas
500 gramos de garbanzos secos. Si tienes poco tiempo, 2 botes de garbanzos ya cocidos (yo he usado los de la marca Cidacos porque son bajos en sal).
100 gramos de chorizo curado para guisar cortado a rebanaditas. Si eres vegetariano, no pongas el chorizo, en su lugar, usa 2 ó 3 hebras de azafrán.
2 rebanadas de pan de molde (yo he usado Bimbo con corteza)
2 dientes de ajo
1 cucharadita de comino molido
1 cucharadita de clavo molido
3 cucharadas de aceite de oliva
Agua o caldo de cocido. Lo necesario hasta cubrir los garbanzos.
SalPreparación:
Si has usado garbanzos secos:
La noche anterior a la preparación de la receta, ponerlos a remojo y, al día siguiente, cocerlos con sal, una hoja de laurel y agua suficiente hasta que cubra tres dedos por encima los garbanzos. Si utilizas una olla a presión, con 20 minutos, dependiendo de la calidad de los garbanzos, es suficiente. Si usas una olla normal, pueden necesitar 40 ó 45 minutos. Sácalos del caldo de cocción y ya los tienes preparados para la receta.
Si no tienes mucho tiempo, usa garbanzos ya cocidos y todo este proceso te lo ahorras.
Pon una sartén honda en el fuego, añade el aceite y, cuando esté caliente, sofríe un poco el chorizo, no demasiado para que no se quede muy duro. Retirar de la sartén y reservar en un plato.
En el aceite en el que hemos sofrito el chorizo, ponemos las dos rebanadas de pan de molde para freirlas también un poquito y que absorban parte del aceite de la sartén. Retirar.
Machacar en un mortero las dos rebanadas de pan frito, el comino, el clavo (en el caso de hacer el plato vegetariano, pondríamos ahora también el azafrán), los dientes de ajo y una pizca de sal. Una vez machacado, echamos en el mortero un poco de agua o caldo, lo removemos y lo vertemos en la sartén. Echamos los garbanzos cocidos y añadimos agua o caldo hasta cubrirlos. Cuando rompan a hervir, probamos de sal y rectificamos si es necesario. Dejar cocer, removiendo de vez en cuando para que no se pegue, aproximadamente 15 minutos y que el caldo espese un poquito. Dos minutos antes de que estén terminados, añadir las rebanadas de chorizo. Retirar del fuego y dejar reposar unos minutos.
Como ves, si usas garbanzos cocidos de bote, en 20 ó 25 minutos tienes hecho un plato de cuchara delicioso.