La receta de hoy, perfecta para las fiestas veraniegas e incluso para comer como postre a diario. Combina fruta (es una buena forma de que la prueben los niños) con gelatina y queso crema. Una combinación de sabores ligero y muy delicioso. Lo mejor, lo sencillo de su elaboración, cualquier principiante en la cocina la va a poder preparar y así sorprender a los demás con una presentación diferente.
Ingredientes
Para la gelatina de melocotón
Una lata de melocotón en almíbar
2 sobres de gelatina de limón
Colorante rojo
1 l agua
Para la gelatina de queso
250 gr de queso crema (tipo Philadelphia)
1 lata de leche condensada
1/2 taza del almíbar del melocotón
10 gr de gelatina neutra
Preparación
Para la parte de gelatina de melocotón, ponemos a hervir 500 ml de agua (a poder ser embotellada o filtrada) y disolvemos en ella los dos sobres de gelatina de limón. Sin dejar de remover, retiramos del fuego y añadimos medio litro más de agua. Añadimos un poco de colorante rojo para obtener una gelatina anaranjada. Dejamos que temple.
En un molde de silicona previamente engrasado, vertemos un cazo de la gelatina preparada, de manera que únicamente cubra el fondo. Metemos a enfriar a la nevera durante 15 minutos. Esto lo hacemos, para que la gelatina solidifique un poco y así podamos colocar las rodajas de melocotón sin problema de que se muevan.
Cortamos el melocotón en rodajas y lo vamos acomodando sobre la gelatina. Ahora con mucho cuidado vamos a añadir el resto de la gelatina sobre el melocotón. Dejamos enfriar en la nevera durante 1 hora como mínimo.
Para la gelatina de queso crema, calentamos el almíbar y disolvemos en él la gelatina neutra. Añadimos el queso crema y la leche condensada y mezclamos bien con ayuda de una batidora. Dejamos que la mezcla enfríe durante unos 15 minutos y la vertemos sobre la gelatina de melocotón.
Dejamos enfriar la gelatina ya terminada por espacio de 2 horas y ya la tenemos lista para degustar.
A que os ha resultado bien sencillo? Pues veréis cómo gusta hasta a los más pequeños de la casa!