Buenas tardes, hoy traigo una receta riquísima de bollería: gofres belgas. Esta receta me tiene enamorada porque es sencilla, rápida (sin contar los tiempos de reposo) y tiene todo el encanto de cualquier bollería sin necesitar horno y sin necesidad de freírlos… Lo malo es que necesita aparato especial, pero que sepáis que una buena sandwichera (que no se haya arañado mucho y siga siendo antiadherente) servirá igualmente para nuestro propósito, y aunque no quedarán tan bonitos si quedarán riquísimos.
En las notas finales añado algunas ideas para congelar y tener gofres siempre disponibles
Gofres belgas
Prep: 30 min Gofrera: 3-5 min/gofre Raciones: 12 unidades Dificultad: Baja
Ingredientes (para 12 unidades)
500 gr harina de fuerza
175 gr leche (temperatura ambiente)
25 gr levadura fresca
2 huevos L
80-100 gr azúcar
10 gr sal
1 cucharadita de aroma de vainilla
250 gr mantequilla (temperatura ambiente)
100-150 gr azúcar perladoElaboración:
En un vaso disolver la levadura con la leche. Aparte, en un bol grande poner la harina y añadir la leche con levadura, los huevos, el azúcar, la vainilla y la sal. Mezclar todo bien y amasar hasta obtener una masa suave, elástica y ligeramente pegajosa.
Dejar reposar durante 30-40 minutos hasta que casi duplique su tamaño (dependerá de la temperatura de la cocina y de la época del año).
Añadir la mantequilla y volver a amasar hasta integrar totalmente. Debemos obtener una masa elástica, suave y aterciopelada. Dejar reposar nuevamente unos 30 minutos. Extender la masa sobre la encimera sin manipularla demasiado ni quitarle todo el aire. Espolvorear el azúcar perlado. Doblar la masa sobre sí misma 3-4 veces (como si quisiéramos hacer rollos de canela o un brazo de gitano). Cortar en porciones de unos 80-90 g. Dejar reposar nuevamente 10-15 minutos mientras se calienta la gofrera.
Encender la gofrera a temperatura media (en mi caso: posición 2). Engrasar con un poco de mantequilla. Colocar las porciones en la gofrera y cerrar (no es necesario poner mucho cuidado en extender la masa pues al cerrar la gofrera se extiende bastante bien). Cocinar durante 3-5 minutos, o hasta que esté dorada a nuestro gusto.
Notas:
En la mayoría de los casos el azúcar perlado se incluye justo después de la mantequilla. A mi me gusta dejar reposar la masa después de incorporar la mantequilla, pero en ese tiempo, si ya he añadido el azúcar perlado, éste se ablanda e incluso se disuelve. Por eso lo añado un poco después.
El azúcar perlado que yo he utilizado es casero. Quizás por eso tiene facilidad para disolverse antes… pero tiene buenos resultados. Lo preparo con azúcar glas y unas gotitas de agua hasta conseguir una masa parecida a plastilina. Luego la paso por un rallador grueso y la seco en el horno a 50º durante 20-30 minutos. Dejo enfriar completamente. Luego lo remuevo un poco para romper los pegotes más gruesos y ya lo puedo guardar en un bote de cristal.
Los gofres se pueden congelar perfectamente. Hay dos opciones; congelar la masa justo antes del momento de cocinarla (es la que más me gusta) o congelar los gofres ya cocinados.
En el primer caso, cuando queramos los gofres sólo necesitamos sacarlos del congelador 20 minutos antes y dejarlos sobre la encimera para que descongelen. Luego ponerlos en la gofrera y listo.
En el segundo caso, podemos sacarlos 1 hora antes para que descongelen completamente y darles un toque de calor en el microondas (o en la gofrera). También se puede repetir el mismo proceso que en el primer caso y se terminan de descongelar en la gofrera.
Receta adaptada de Magia en mi cocina.