Menos melancolía y al lío. Para cuatro comensales:
3 dientes de ajo, en lámina
1 cebolla grande, cortada en daditos
3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
6 ó 7 longanizas frescas cortadas en cuatro cada una.
1 cucharada de harina
1 cucharadita de pimentón
1 copa de Manzanilla de Sanlúcar, o cualquier otro blanco respetuoso con el paladar
Sal y pimienta
1 hoja de laurel
Hoy vamos a ser escuetos y esquemáticos en el desarrollo de la receta.
1.- Calentamos el aceite a fuego medio y añadimos los ajos y el laurel
2.- Cuando den olor, añadimos la cebolla con un poco de sal, para que suden.
3.- Al ponerse estas transparentes, añadimos las longanizas y después de saltearlas, las habas y rehogamos por un par de minutos
4.- Añadimos la harina y el pimentón y removemos para tostarlos
5.- Vertemos el vino y en un minuto cubrimos de agua y un dedo más, salpimentamos y dejamos cocer a fuego lento, por 20 ó 30 minutos
6.- Cuando la salsa esté reducida y las habas tiernas apartamos y montamos el plato.
La fotografía creo que lo dice todo. El acompañamiento perfecto para este plato creo que es ese.
Salud y buenos alientos, como decía mi queridísimo Rosendo Mercado, que cocinar, no se si sabrá, pero tocar la guitarra, tela marinera.