No os permito ir ni una vez más al burguer más cercano de vuestra casa después de conocer esta receta. No, ya no. Porque os voy a mostrar cómo hacer comida rápida de forma sana, rica y sencilla. Hoy os preparo una Hamburguesa de berenjena.
Últimamente he recibido muchos comentarios en los que me regañabais por hacer recetas de dulces, ya que muchos estáis a dieta. Así que ante tanto plan de régimen, he empezado a buscar e innovar en nuevas creaciones, mucho más sanas. Así fue como descubrí esta magnífica combinación, que espero que os sirva y sobre todo, os guste.
No obstante, eso no significa que me olvide de las hamburguesas de toda la vida. Eso es imposible. De verdad, ¿quién podría resistirse a una hamburguesa de ternera suculenta y jugosa? Pues nadie obviamente y mucho menos si son del Valle del Esla. ¿Las habéis probado? Os las recomiendo.
INGREDIENTES:
Pan de molde (2 rebanadas).
1/3 de vaso de leche.
1 berenjena.
1/2 de cebolla.
Sal.
Pan rallado.
1 huevo.
* Estas cantidades darán para alrededor de 6 hamburguesas.
1º. Lavamos bien la berenjena y la partimos en tiras o en trozos, como queráis, y la metemos al horno durante unos minutos para que se ablande. Únicamente lo sazonaremos por encima. Con la cebolla haremos lo mismo, la cortamos en daditos y la introducimos en el horno para que se ponga blandita (no dorada, evitad que se quemen las esquinas).
2º. Mientras la berenjena se hace, procedemos a partir en tiras el pan de molde (sin corteza) y lo unimos con el tercio de leche. Dejándolo reposar hasta que el pan se fusione por completo en la mezcla. Luego sacamos la berenjena del horno y la quitamos toda la piel, quedándonos solo con la carne de dentro. Luego la echamos la cebolla y el huevo batido con una pizca de sal. Removemos, y después vertemos la mezcla de leche con pan de molde. A continuación, iremos añadiendo pan rallado hasta que la masa que se forme no esté pegajosa. Como en la imagen seis.
3º. Una vez que la mezcla no se pegue tanto, es hora de ir haciendo bolitas, y luego aplastarlas dejándolas con un centímetro de grosor. Más tarde, volvemos a empanar con el pan rallado y se acabó. Una vez hechas, se pueden congelar o freír al instante.
En definitiva, ya sea en el mismo día o a la semana siguiente, este sería el aspecto de estas hamburguesas hechas no con carne, sino con verduras. La verdad que están muy ricas y tienen un sabor fantástico, pero cuando las comes con la cebolla caramelizada están muchísimo mejor. Esta combinación de sabores es fantástica, os la recomiendo.