Hola a todos!!! Estoy de vuelta después de mi primera semana laboral y qué ganas tenía de volver a publicar una receta y relajarme un poco del trasiego de autobuses y caminatas interminables. A pesar de ello y algún que otro sieso cum laude por ahí suelto, muy contento por las expectativas de futuro y del cambio en la rutina diaria.
Hoy os traigo una receta bien facilita de elaborar y muy sabrosa: hamburguesas de calabacín con un acompañamiento de cebolla caramelizada, lechuga , tomate y una guarnición de taboule de bulgur almendrado, del que en breve os daré la receta y que hacen de este plato, un menú de lo más sano y equilibrado. He utilizado en lugar del clásico pan de hamburguesas, unos molletes de Antequera, tiernos como la caricia de un niño. Un pan que ahonda sus raices en el pan ácimo judío y que también os recomiendo para el desayuno acompañado de un buen chorreón de aceite puro de oliva y unas lonchas de jamón de pata negra para entrar en completo éxtasis a primera hora de la mañana.
½ kgr de calabacines (aprox. 2 unidades)
½ cebolla
1 huevo
50 gr de queso rallado
Pan rallado
Harina
Perejil fresco
Orégano
Aceite de oliva
Sal
Para caramelizar la cebolla
Un chorrito de aceite de oliva
1/2 cucharadita de azúcar
1/2 cucharadita de jengibre molido
Una pizca de sal
Una pizca de pimentón dulce
Para montar la hamburguesa
4 Molletes de Antequera o pan de hamburguesas
Lechuga
Rodajas de tomate
Salsa de mostaza (mahonesa+mostaza+curry)
Lavar bien los calabacines. Despuntar y quitar la base del tronco. Troceamos y cocemos en agua con una pizca de sal y un poco de aceite de oliva. Cuando cuezan los escurrimos muy bien y los trituramos con ayuda de un tenedor. Es importante retirar el exceso de agua.
Mientras cuecen los calabacines, caramelizamos la cebolla. La partimos en juliana fina y añadimos a la sartén con un poco de aceite de oliva. Incorporamos el azúcar, el jengibre y la sal. Justo antes de retirar, agregamos el pimentón, salteamos ligeramente y retiramos.
En un bol vamos mezclando el puré de calabacín con la cebolla caramelizada, el huevo y 4 cucharadas de pan rallado. Añadimos el queso rallado y el orégano molido. Salamos al gusto y rectificamos con harina, hasta conseguir que podemos formar las hamburguesas sin dificultad. Es mejor dejar enfriar este relleno en el frigorífico durante 15-20 minutos.
Con la masa resultante formamos hamburguesitas pequeñas. Enharinamos y dejamos enfríar unos 15 minutos en la nevera.
Al sacar del frigorífico, volvemos a pasarlas por harina.
Freímos en abundante aceite de oliva y vamos sacando a un plato con papel absorbente, para retirar el exceso de aceite y ya solo nos queda poner las hamburguesas dentro del pan untado previamente con la salsa de mostaza y acompañarla de la cebolla caramelizada, lechuga y unas rodajas de tomate bien fresco.