Siempre asimilamos un helado a un dulce o postre, pero también puede prepararse con quesos y hacer preparaciones saladas.
Este es el caso de la receta de hoy. Sólo es válida para los muy queseros, pues su sabor es intenso y muy lácteo.
Al llevar perejil resulta también muy fresca y el acompañamiento con un buen tomate la convierte en una receta de diez.
Como tengo rota mi heladera la hice sin necesidad de este aparato y, como podéis ver en la imagen, ha quedado perfecta. Así, no os desaniméis si no tenéis heladera, pues en un táper en el congelador se hace de maravilla.
Para 5 personas:
200 g de queso de rulo de cabra
200 mL de leche
50 mL de queso crema tipo Philadelphia (2 cucharadas soperas)
perejil fresco
sal y pimienta
En un bol se bate el queso de cabra (sin corteza) para deshacerlo con la leche y el queso fresco.
Se sazona con sal y pimienta y se añade el perejil fresco, lavado, secado y muy picado.
Si tenemos sorbetera o heladera se pone en el recipiente y se pone a funcionar la pala unos 20 minutos. Si no tienes heladera, se pone en un táper la crema y se introduce en el congelador durante unas horas (con unas 2-3 horas será suficiente).
Se saca del congelador unos 15-20 minutos antes de comer para hacer las bolas.
Se lavan, secan y cortan los tomates en gajos. Se salpimentan, se añade un chorreón de aceite de oliva virgen extra y se disponen en el centro las bolas de helado.