Aquí estoy de nuevo con otra receta para elaborar con nuestras manitas un fabuloso hornazo de Salamanca. Y ya van tres. Sí, la misma persona que durante años no lo ha probado, que horneaba otras empanadas o tartas saladas con otros ingredientes diametralmente opuestos, que huía del lomo y el embutido, que ha intentado adaptar decenas de recetas para hacerlas más ligeras -con mayor o menor acierto-, hoy os trae una receta de hornazo de verdad. Pero tan buenísimo, que hasta a mí me ha hecho, al fin, cambiar la opinión acerca de esta elaboración tradicional.
La culpa es de la masa. Queda tan buena, tan crujiente por fuera, y con un interior tan esponjosito, que he caído rendida ante ella. Como os dije el lunes en Instagram: he dado con la masa definitiva, la receta que -hasta la fecha- más se ha adaptado a nuestros gustos. Además es súper fácil, nada engorrosa y no contiene una cantidad exagerada de grasa.
Por su parte, el relleno lo he hecho bastante a nuestro gusto: con muy poquito chorizo y cortado en unas rodajas muy finitas -no es un ingrediente que tenga mucho éxito en mi casa y, además, no nos suele sentar demasiado bien-, mucho huevo -es mi parte preferida aquella en la que hay algún pedacito de huevo-, y en cuanto a jamón y lomo, no he escatimado en absoluto.
La receta de la masa es del perfil de Instagram de @shurlagar. La vi el domingo, y no dudé de que sería la que emplearía el lunes (Lunes de Aguas en Salamanca) para elaborar el hornazo que este año comeríamos en casa. Le hice muy poquitos cambios a la receta. Tan solo sustituí la cantidad de manteca de cerdo por más aceite de oliva (aunque sé que le hubiera aportado un sabor más especial, no tenía en casa, y de todas formas no le hace mucha gracia a mi madre) y adapté las cantidades para un tamaño de bandeja más pequeño. Y es que en mi casa, solo lo comemos mi madre y yo, y si lo hubiera hecho más grandote, estoy segura de que nos habría durado cerca de una semana y hubiéramos acabado hartas. Y no es plan. Hay que pillarlo con gusto el año que viene.
Pero vosotros no tardéis tanto, ¿eh? Sobre todo, si no lo habéis probado aún, ya estáis tardando en meter manos en harina y hornearlo en vuestras casas. Espero que pongáis en práctica la receta, y que pronto me enseñéis vuestros resultados.
Hornazo de Salamanca (receta definitiva):
INGREDIENTES (para una bandeja de 35cm)
- Para la masa:
400g de harina de repostería
64g de vino blanco
80mL de agua
65g de aceite de oliva virgen extra (el mío, Picual, porque me gusta el sobre fuertecito del aceite)
20g de levadura fresca
2 huevos M
Pizca de pimentón
Pizca de cúrcuma
Un par de vueltas de pimienta
Sal
1 huevo batido, para pincelar la masa
- Para el relleno:
50-100g de chorizo ibérico, en lonchas finitas (yo le puse 50g porque, como os he dicho más arriba, no nos gusta el sabor, solo queríamos que le aportara el toque de pimentón característico de este embutido)
400g de lomo fresco adobado, en filetes
100g de jamón curado, en lonchas finas
4 huevos cocidos, cortados en cuartos
PREPARACIÓN
En la amansadora añadimos la harina. Hacemos un volcán y, en el centro, incorporamos el vino, el agua, la levadura desmenuzada, los huevos y el aceite. En un lado, la sal y las especias. Amasamos durante unos 10-15 minutos, hasta formar una bola homogénea que no se adhiere a las paredes del bol. Sacamos la masa de la amasadora, engrasamos el bol, formamos una bola con la masa y la dejamos levar una horita.
Pasado ese tiempo, desgasificamos la masa y volvemos a amasar un minutito a mano.
Precalentamos el horno a 200°C.
La dividimos en dos mitades y las estiramos del tamaño de nuestra bandeja. Colocamos una de las mitades sobre la bandeja cubierta con papel vegetal.
Extendemos el chorizo en la base. Colocamos encima los filetes de lomo adobado (crudo). Sobre el lomo, el jamón y, por último, los cuartos de huevo.
Cubrimos con la masa restante, cerramos, pincelamos toda la superficie con huevo batido. Bajamos la temperatura del horno a 180°C, y horneamos durante unos 50 minutos.