Sé que el pasado domingo no pude hacer los descubrimientos de la semana, pero esta vez tengo una buena excusa. Y es que me pasé el fin de semana (aparte de ir a un cumpleaños y ponerme mortalmente enferma) haciendo y pintando estos deliciosos huevos de Pascua rellenos de brownie de chocolate.
Os cuento por qué (si es que se necesita un por qué para hacer postres). De pequeña, cuando veía las películas y series americanas, siempre pensaba que los huevos de Pascua eran de chocolate. Pensaba que, de alguna manera, hacían chocolate dentro de cáscaras de huevo y luego las pintaban, los escondían, los niños las encontraban y luego se los comían. Mi vida se vino abajo cuando descubrí que no era así.
Sin embargo, tengo un maravilloso libro de recetas que se llama Las recetas de la felicidad, de la bloguera Sandra Mangas, y en él encontré una receta para hacer brownies de chocolate dentro de cáscaras de huevo. Inmediatamente pensé que tenía que hacerlo para después pintarlos y hacer mi fantasía realidad. Hoy os cuento cómo lo hice.
Pongo receta por no poner DIY pese a que mi aportación fue más esa que la de hacer la receta. Digo esto porque quiero destacar que la receta original pertenece a Sandra Mangas y se encuentra en su libro, el cual recomiendo encarecidamente. Lo que yo he hecho es adaptar la receta para hacer huevos de Pascua decorados.
¿Qué necesitamos?
-Ingredientes.
-Pintura acrílica.
-Hueveras.
-Pinceles.
Ingredientes
- 16 huevos blancos XL.
- De esos 16 huevos, guardad 3 para la masa.
- 125 gramos de harina de repostería.
- 200 gramos de azúcar blanco.
- Tres cucharadas de cacao puro en polvo.
- 200 gramos de chocolate para fundir.
- Una pizca de sal
- 125 gramos de mantequilla a temperatura ambiente.
Preparación
PRIMER PASO: vaciar las cáscaras de huevo. Es un proceso complicado, así que tened cuidado de que no se rompa ninguno por el camino. Como yo no tenía sacacorchos, hice un agujerito en la parte de abajo del huevo con la puntita de un abrelatas manual. Una vez que está hecho el agujerito, se amplia quitando cáscara con la mano, pero que no sea grande porque si no se saldrá toda la masa en el horno. Luego solo hay que vaciar el interior. Yo fui dejando caer el huevo con la ayuda de un palo de brocheta en un vaso. Con eso hice huevos revueltos para aprovechar .
Después, se enjuagan las cáscaras con agua y se introducen en agua salada (yo eché un puñado de sal gorda en un bol lleno de agua) durante 30 minutos. Pasado ese tiempo, se ponen a escurrir en papel de cocina con el agujero hacia abajo. Una vez que estén secos, se echa un poquito de aceite por dentro con la ayuda de un embudo y se da vueltas para que se quede impregnado todo el interior. En esto sí que aconsejo tener cerca mucho papel de cocina.
SEGUNDO PASO: preparar la masa de brownie. En un cacito derretimos la mantequilla. Una vez derretida, echamos el chocolate para fundir en trocitos y removemos hasta que se deshaga. En un bol aparte batimos el azúcar con los tres huevos y luego añadimos la mezcla del chocolate, la harina, la sal y el cacao y batimos todo bien.
TERCER PASO: rellenar las cáscaras con la masa de brownie. Se hace con una manga pastelera pero sin usar ninguna boquilla, solo cortando un trocito del pico para que entre por el agujero del huevo. Se llenan 2/3 del huevo.
CUARTO PASO: hornear. Se precalienta el horno a 180 grados. Mientras tanto, cubrimos la bandeja con papel para horno y, encima, ponemos los huevos con el agujero hacia abajo. Para que no se salga la masa y permanezcan erguidos se hacen una especie de niditos de papel de aluminio y se depositan encima de forma que no se caigan. Posteriormente, se hornean durante 15 minutos.
QUINTO PASO: limpiar. Tras sacar los huevos del horno, se quita la masa sobrante con un cuchillito y se lava la cáscara con un paño húmedo. Es importante dejarlos enfriar un poco antes.
SEXTO PASO: ¡a decorar! Si los huevos se han quemado un poco, pintadlos completamente, si no, podéis dejarlos en blanco natural o pintarlos porque sí. Yo decidí pintarlos. Se pintan con pintura acrílica. El pincel debe ser mediano pero ancho y corto para la base y finito para los dibujos. A partir de aquí ya es cuestión de las preferencias personales de cada uno. Yo hice dibujos florales, rayas y puntitos. Me habría gustado usar colores pastel, pero no tenía (a mi madre le encanta decorar cosas así que la pintura era suya y había lo que había).
Et voilá! Luego solo hay que romperlos y comerse el brownie de dentro ¡Super ricos! Y lo mejor es que es muy divertido hacerlos.