El domingo pasado no sabía que hacer de postre, y como las gallinas de mi padre están poniendo muchos huevos ultimamente, hay que darles salida. Iba a preparar natillas, pero luego las claras se iban a perder, asi que se ocurrió preparar islas flotantes, y asi aprovechar todo el huevo. Además, estaba en casa de mis padres, y allí no dispongo de mis maquinitas, ni siquiera una batidora de varillas, asi que fue hecho todo a mano y la verdad que no tardé nada. Asi que animaros a prepararlas que en la receta os doy muchos trucos para que os salgan perfectas.
Espero que os gusten.
Ingredientes:
1 l de leche
1 vaina de vainilla o una ramita de canela y piel de limón y naranja
8 huevos
100 gr de azúcar (para la crema inglesa)
100 gr de azúcar (para el merengue)
100 gr de azúcar (para el caramelo)
1 pizca de sal
Preparación:Comenzamos preparando la crema inglesa. Echamos la leche en una cazuela junto con la vaina de vainilla abierta por la mitad (podemos sacar las semillas de vainilla raspando con el filo de un cuchillo el interior y añadírselas también), ponemos al fuego y cuando hierva retiramos, colamos y resevamos. Si no tenéis vainilla podéis usar canela como hice yo, con piel de naranja y de limón.
Separamos las yemas de las claras con mucho cuidado de que no caiga nada de yema en las claras, pues sino no montarían.
Batimos las yemas de huevo con el azúcar, no hace falta que blanqueen pues perderían color y nos interesa que la crema inglesa quede con buen color.
Seguidamente y fuera del fuego, vertemos un poco de leche caliente sobre las yemas mezclando rápidamente y sin parar con la ayuda de unas varillas para que no corran el peligro de cuajarse y se formen grumos. Vamos añadiendo la totalidad de la leche poco a poco y sin parar de batir.
Ponemos esta mezcla al fuego de nuevo y calentamos hasta que espese (unos 3 o 4 minutos) a fuego medio-bajo, muy importante, sin dejar que hierva y removiendo sin parar. Si tenéis termómetro, la temperatura no debe sobrepasar los 83ºC, pues si hierve se cortaría, ya que el huevo se cuaja.
La crema inglesa estará en su punto cuando al bañar una cuchara y pasar el dedo por el centro se forme un surco que tarde un poquito en cerrarse.
Colamos y reservamos en una fuente o en copas individuales.
El siguiente paso es montar las claras a punto de nieve junto con una pizca de sal, según se van montando vamos añadiendo el azúcar en forma de lluvia. Estarán listas cuando al levantar las varillas se formen picos bastante grandes.
Ponemos a calentar agua en una sartén amplia y cuando hierva bajamos el fuego y mantenemos el hervor sin que burbujee.
Cogemos cucharadas de claras y las echamos en el agua dejándolas un minuto por cada lado para que se sellen (quedan como nubes). También se pueden sellar en la leche infusionada y luego utilizarla para preparar igualmente la crema inglesa (colándola bien para que no quedasen grumitos de merengue), pero esto tendríamos que hacerlo montando las claras lo primero y luego preparar la receta en el orden según está redactada.
Las sacamos con ayuda de una espumadera a una fuente con papel absorbente para que escurran el agua.
Una vez que las tengamos las colocamos sobre la crema inglesa de forma irregular.
Cuando vayamos a servirlas preparamos el caramelo, pues si lo hacemos antes no podemos meter el postre en la nevera pues el caramelo se licúa.
Para preparar el caramelo ponemos una sartén al fuego, echamos el azúcar, y sin remover dejamos que se vaya derritiendo y cogiendo color dorado. Cuando ya esté casi todo derretido retiramos la sartén del fuego y movermos la sartén un poco para que se homogeinice.
Echamos el caramelo sobre el merengue y servimos.