Otra de esas recetas sorprendentes que “flotan” por Internet.
Ingredientes: (Para cuatro personas).
8 jamoncitos de pollo no muy grandes.
1 cebolla mediana. La receta original lleva cebolla morada.
1 diente de ajo mediano.
1 pimiento rojo pequeño.
1 pimiento verde pequeño.
1 pimiento amarillo pequeño.
150 ml de vino blanco.
20 ml de salsa de tomate concentrada.
100 ml de crema o puré de calabaza.
Caldo de pollo o verduras, si es necesario.
Tomillo seco, comino molido, pimienta negra molida, sal, perejil fresco y aceite de oliva virgen.
Preparación:
Enlace del puré o crema de calabaza, Crema de calabaza. Ya sé que ésta es mucha cantidad, pero he aprovechado que la tenía hecha para reservar un poco para la receta del pollo.
Limpiamos el pollo y le quitamos la piel. Salpimentamos y reservamos.
Cortamos la cebolla finamente, los pimientos en tiras finas, el ajo menudo y reservamos.
¡Vaya explosión de color!
En una cazuela baja y ancha vertemos un chorro de aceite de oliva, calentamos y doramos nuestro pollo (tapamos porque salpica bastante). Una vez dorado, retiramos y reservamos, en este caso sobre una fuente de horno..
En la misma cazuela y aceite echamos la cebolla, el ajo y pochamos unos 5 minutos.
Incorporamos los pimientos, salpimentamos a gusto, removemos y dejamos cocinar a fuego medio hasta que los pimientos estén tiernos.
Añadimos el comino y el tomillo, regamos con el vino y cuando se evapore el alcohol añadimos la salsa de tomate y el puré de calabaza, removemos bien y dejamos unos minutos en el fuego, que se mezclen los sabores.
Precalentamos el horno, calor arriba y abajo, a 200ºC.
Vertemos todo ello sobre el pollo reservado en la fuente de horno, cubrimos con caldo si no es suficiente la salsa y horneamos a 200ºC, calor arriba y abajo durante 55 minutos y bajamos la temperatura a 180ºC cuando el líquido esté hirviendo.
Vigilamos el nivel del líquido, añadiendo un poco más de caldo si fuera necesario. Y cocinamos en el horno hasta que el pollo esté tierno. Sacamos, espolvoreamos con el perejil fresco y…
¡¡¡¡Buen Provecho!!!
Consejo: Lo podemos hacer con antelación, siendo un guiso estará riquísimo. Para conservarlo, lo podemos dejar en la misma fuente de horno tapada con film en la nevera, o lo pasamos todo a una olla y al frigorífico. En ambas opciones calentaremos antes de servir. El tiempo de horneado es orientativo, depende de la potencia del horno.
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