Pues este mes ganó el membrillo. Y aunque me gusta ponerme retos y usar ingredientes que no conozco o que no me gustan para ver si encuentro una manera de cocinarlos y que me gusten, este mes la verdad es que no lo logré. Lo único que conseguí fue una receta que lo camuflara un poco, porque, sintiéndolo mucho, este mes no he logrado amar ni un poco a nuestro protagonista.
Así que aquí dejo una receta para quienes no nos gusta el membrillo pero que queremos añadir variedad a nuestras recetas.
La idea de la receta surgió a partir de la pizza de higos y jamón de Lorraine Pascale, de sus programas de “Recién horneado”. Me pareció que adaptar el membrillo al uso de los higos sería una buena manera de usarlo, contrastándolo con el salado del jamón y el sabor de los quesos. El resultado final nos gustó, así que en ese aspecto estoy contenta. Queda una pizza de sabores fuertes por el jamón y el queso y con un punto suave y dulce por el membrillo. El conjunto está la mar de rico, aunque haya sido a costa de camuflar un poco el membrillo.
Vamos con la receta, no sin antes visitar a mis compañeros de reto, que seguro que este mes lo han hecho infinitamente mejor que yo:
Elvira, asisecomeengranada
Eva, dulcesfelicidades
Mari Sol, elmenudemicocina
Inma, entre3fogones
Raxel, homeandrun
Ligia, losdulcesdeligia
Maryjose, tapitasypostres
Sara, unaitalianaenlacocina
Silvia, unapizcadena
Ingredientes para 1 pizza mediana:
Para la masa
200 g de harina panadera o mitad de fuerza y mitad floja
50 g de sémola fina de trigo
125 ml de agua templada
1 cucharadita de levadura seca de panadería
1/2 cucharadita de sal fina
1/4 cucharadita de azúcar
1/2 cucharada de aceite de oliva virgen extra
Para el topping (las cantidades que queráis)
1 membrillo maduro
zumo de limón
sirope de ágave
romero
virutas de paleta ibérica (o lonchas muy finas)
1 bola de mozzarella
queso rulo de cabra o de vaca
1 par de tomates maduros no muy grandes
rúcula
Preparación:
Preparamos la masa el día antes (fermentará por la noche en la nevera).
1.- En un vaso ponemos el agua junto con el azúcar y la levadura. Removemos y dejamos unos minutos hasta que se forme una capa espumosa encima (se habrá activado la levadura).
2.- En un bol grande colocamos la harina con la semolina y la sal. Añadimos el contenido del vaso con la levadura y removemos con una cuchara de madera hasta que se incorporen todos los ingredientes. Añadimos el aceite y pasamos la masa a la mesa de trabajo para amasarla.
3.- Haremos unos 3 o 4 amasados de unos 5 minutos con unos intervalos de unos 10 o 15 minutos (depende del frío que haga será más o menos tiempo), hasta que consigamos una masa fina. (Hasta aquí podríamos hacer este proceso en amasadora). Pasaremos la masa a un bol embadurnado con un poco de aceite, lo taparemos y dejaremos a la masa levar unos 90 minutos.
4.- Hecho el primer levado, pondremos la masa en un recipiente hermético que deje espacio suficiente para que la masa doble el volumen y lo llevaremos a la nevera hasta el día siguiente.
5.- Sacaremos la masa de la nevera unos 90 minutos antes de la preparación de la pizza. Dejaremos la masa atemperándose y la estiraremos bien finita obre una placa cuando haya perdido el frío.
6.- Mientras, prepararemos el membrillo. Lo pelamos (no lo usaremos todo), lo descorazonamos y lo cortamos a daditos. Lo colocamos en un bol con unas gotas de zumo de limón (para que no se oxide) y un chorrito de sirope de ágave y removemos.
7.- Preparamos una sartén a fuego medio-fuerte y nos disponemos a cocinar el membrillo. Lo doraremos a fuego medio-fuerte durante unos 15 minutos, hasta que veamos queestá blandito (hay que ir removiendo y vigilando que no se pegue). Durante la cocción rectificamos de sirope de ágave si lo queremos más dulce y le añadimos un poco de romero para aromatizarlo. Lo apartamos del fuego cuando esté bien tierno.
8.- Precalentamos el horno a 230 ºC.
9.- Cortamos los tomates a rodajas finitas y las repartimos por encima de la masa estirada. Repartiremos por encima la mozzarella cortada finita y el queso de rulo a trocitos. Repartiremos después las virutas de jamón y los daditos de membrillo.
10.- Colocamos la pizza sobre el fondo del horno durante los 10 primero minutos y luego la subimos a media altura y horneamos durante 10 minutos más. Bajamos la temperatura a 200 ºC al meter la pizza en el horno.
11.- La remataremos con unas hojas de rúcula cuando la vayamos a servir.
Y lista. Espero que os guste. A nosotros, a pesar de no gustarnos el membrillo, la pizza nos gustó mucho. La repetiremos (aunque seguramente sin el pobrecito membrillo).
¡Que aproveche!