No podía dejar pasar las fiestas sin antes traeros un dulce típico de pascua, pero en esta ocasión vamos a viajar un poquito, nos vamos a ir hasta los países de la estepa Rusa con este maravilloso Külich o Paska. Es la versión dulce del pan de pascua ruso y que se parece un montón al típico panettone. La diferencia reside que éste no es una masa tan ligera y tipo brioche como el italiano, pero por gusto y presentación podrían pasar por primos hermanos.
Las nuevas tecnologías nos ofrecen la posibilidad de viajar a un golpe de click y descubrir recetas e historias la mar de interesantes. Este Külich me llamó la atención hace ya muchos años y lo tenía en pendientes incluso antes de existir Pinterest! No os hacéis una idea de la cantidad de libros y libretas que tengo guardadas con recetas e ideas para probar. En ocasiones puedo resultar hasta pedante porque alguien me habla de un plato novedoso que ha encontrado en un pueblo perdido de Rumania y da la casualidad que hasta lo he cocinado! Pero no lo digo por hacerme la interesante, es que no hay cosa que me guste más que ver programas de viajes, costumbres y cocina y claro, una que tiene un poco de memoria se lo guarda en su casillero de temas interesantes y luego pasa lo que pasa, que puedo pasar por listilla, nada más lejos de la realidad!
El Külich se cocina en unos moldes alargados que deben encontrar por esos lares, pero antiguamente usaban las lastas de conserva para hornearlos. Yo lo he hecho como la antigua usanza, en casa abrí unas latas de diferentes tamaños, las limpié muy bien, las forré con papel de aluminio y luego con papel de horno que sobre saliera del bote y listo. No hay excusa para no hacerlo, quién no tiene latas de conserva en casa? Pues eso, que os lo pongo facilísimo. Cómo buena masa dulce aquí lo importante es la paciencia y el uso de buenos ingredientes. Buscando la mejor receta miré doscientos mil blogs y revistas pero todas en ruso, y allí me quedé con los ojos como órbitas. Además no entiendo porqué estos blogs no tienen traductor así que con un poco de imaginación y después de tragarme un par de vídeos en ruso y con un hombre en la sombra traduciendo al chino ( ese tampoco lo domino) pude adivinar más o menos el nombre de alguno de los ingredientes. Así que con esa escasa información me puse a comparar con recetas escritas en inglés hasta que encontré la más parecida a la original. He seguido las instrucciones del vídeo usando los ingredientes del blog en inglés, el batiburrillo en mi casa ha sido un éxito. Llevan un glaseado blanco demasiado espeso encima, y como mi familia son muy anti toppings, he hecho uno muy ligero.
Por lo especial que es la receta no quería hacerla sola, las cosas buenas hay que compartirlas y no podía encontrar a mejor compañera de viaje que mi querida Carmen del blog Yerbabuena en la cocina. Amenazamos con seguir cocinando juntas y nosotras que somos mujeres de palabra seguiremos dando guerra por aquí. Seguro que sus fotos os dejarán con la boca abierta. Lo que daría yo por meternos juntas en la cocina y entre risas y darle a la sin hueso saldrían verdaderos manjares!. Ya pensando en que la liaremos la próxima vez Carmen jajajaja. Un placer como siempre guapísima.
Nos ponemos manos a la obra? Venga, delantal, trapo y manos limpias, botes preparados y horno calentito, a hornear!
INGREDIENTES
* 40g levadura fresca de panadero
* 1/2 taza leche entera
* 1 taza de nata (crema de leche) entera
* unas hebras de azafrán
* 6 tazas de harina panificable
* 1 y 1/4 taza de azúcar
* 3 yemas + 1 huevo entero
* 60g mantequilla
* 1/2 cucharadita sal
* 3/4 taza fruta escarchada, uvas pasas (yo sólo he utilizado uvas pasas)
* 1/2 taza ron
* 1 cucharadita de extracto de vainilla
* 1 taza de azúcar glass
* 1,5 cucharada de zumo de limón
* azucarillos de colores
ELABORACIÓN
1. Poner a hervir la leche, cuando rompa a hervir dejar cocer un par de minutos. Dejar templar a unos 34°C. Cuando llegue a ésta temperatura mezclar con dos cucharadas de harina, 1 de azúcar y la levadura. Dejar activar la levadura durante 20 minutos.
2. Calentar la nata (crema de leche) sin que llegue a hervir junto con el azafrán. Retirar del fuego y dejar infusionar y templar. Hidratar las uvas pasas y la fruta escarchada con el ron. Reservar.
3. En un bol grande montar las yemas y el huevo junto con el azúcar hasta blanquear y doblar el volumen. Unir la mezcla de levadura, el extracto de vainilla y la nata (crema de leche) infusionada. Ir incorporando la harina tamizada previamente. Cuando veamos que no queda harina sin mezclar, tapar y dejar reposar durante 20 minutos. Transcurrido el tiempo incorporar la mantequilla en pomada y la sal, amasar hasta obtener una masa que se despegue de las manos y esté elástica y suave, el proceso puede costar unos 15 minutos si amasamos a mano o unos 10 si lo hacemos con una máquina.. Cubrir el bol con papel transparente y su tapa y dejar levar como mínimo 2 horas o hasta doblar el volumen. Una vez transcurrido el tiempo, incorporar las uvas pasas y la fruta escarchada escurrida e integrarla en la masa. Llegados a éste punto podéis dejar la masa levar y aromatizarse lentamente dejándola reposar toda la noche en la nevera.
En el caso de querer continuar con la receta dividir la masa resultante en tantas porciones como botes de conserva previamente lavados y forrados con papel de aluminio y papel de horno que sobresalga del molde que tengáis. En mi caso me han salido 4 külich. No llenar los botes más de la mitad de su capacidad. Dejar levar los külich hasta que hayan alcanzado el borde de los botes. Hornear 35-45 minutos ( depende del tamaño de los botes que utilicéis) a 165°C. Para comprobar si están hechos, pinchar con un palo de madera, si sale limpio lo tenemos listo, en el caso de salir con restos de masa, dejar hornear 5 minutos más, y volver a comprobar la cocción.
Retirar del horno y dejar enfriar. Retirar del molde.
4. Mezclar el azúcar glass junto con el zumo de limón, cubrir los külich y decorar con azucarillos de colores.
El glaseado los mantiene frescos durante más tiempo. Con un café a media tarde o como colofón a un buen desayuno son una delicia. Qué os aproveche!!! Y feliz Semana Santa!!