Hay cientos de recetas suyas en la red, tiene nosécuántos miles de libros publicados y ¡¡es taaan guapo!! que casi no me creo que sea inglés. La imagen del inglés prototipo que tengo en la retina es más parecida a Mr. Bean, pero oye, yo me quedo con Jamie. Porque cocina, no os vayáis a pensar.
Confieso que tuve mis dudas con la receta porque en uno de los libros de Jamie que cayó en mis manos vi la receta de lo que él llama "spanish omlette" y... en fin... casi me da un síncope. Pero es taaaan guapo que decidí darle otra oportunidad y seguir buscando.
Finalmente me decidí por el ketchup casero. ¿Por qué? Porque es la salsa favorita del cachorrito mayor y siempre me da un poco de yuyu mirar los ingredientes.
El resultado ha sido muy satisfactorio. A ver... no sabe como el comercial (espero que no sea una interpretación tan libre del ketchup como la tortilla de patata). Es lo que tienen las cosas hechas en casa, que saben diferentes. Algunas mucho más ricas, sin duda. Otras simplemente distintas. Pues eso pasa con el ketchup, que está muy muy rico, pero es distinto.
Y no solo por el color que, como véis en la foto, queda ligeramente anaranjado (a pesar de que os puedo asegurar que los tomates que usé eran bien rojos).
Receta de ketchup casero de Jamie Oliver
1 cebolla grande
1/2 cucharadita de semillas de alcaravea
2 dientes de ajo
1/2 cucharadita de jengibre en polvo
1 kg gr. de tomates bien maduros
50 ml. de aceite de albahaca**
unas hojas de albahaca
1 cucharadita de sal
1 pizca de pimienta molida
125 ml. de vinagre de vino tinto
100 gr. de azúcar moreno
** Se hace, simplemente, metiendo un manojo pequeño de albahaca en una botellita de aceite. Se deja macerar un mínimo de 24 horas para que coja todo el aroma, pero se pueden dejar las hojas dentro hasta que terminemos la botella de aceite.
Si no tienes la posibilidad de hacer este aceite aromatizado, que te valdrá para muchas otras preparaciones, puedes sustituirlo por 50 ml. de aceite de oliva virgen extra y añadir un manojo de hojas de albahaca a la receta.
(Yo usé la My Cook, pero os pondré después los pasos, tal y como los indica Jamie en su receta, para hacerlo con una sartén normalita)
Calentamos el aceite de albahaca: 120º, 2 minutos, velocidad 1
Añadimos la cebolla cortada en cuartos y los dientes de ajo pelados y programamos 120º, 5 minutos, velocidad 1.
Incorporamos los tomates lavados y partidos en cuartos, las especias, el azúcar y el vinagre. Programamos 120º, 30 minutos, velocidad 1.
Comprobamos que la salsa tiene el espesor deseado. Si está muy líquida aún, podemos programar a la misma temperatura y velocidad, otros 10 minutos más, para que se evapore parte del líquido. Incorporamos las hojas de albahaca y dejamos reposar para que se temple un poco.
Pasamos por el chino para eliminar todas las semillas y las pieles y envasamos en botellas o tarros de cristal bien limpios que cerraremos con cuidado. Los dejamos reposar boca abajo durante, al menos, 24 horas para asegurarnos de que hacen vacío.
¡Listo para consumir!
Para hacerlo a la manera tradicional, bastará con poner el aceite al fuego en una sartén amplia o en una cazuela de fondo grueso. Pocharemos en ella la cebolla y los dientes de ajo hasta que empiece a estar transparente y tierna. Incorporamos el resto de los ingredientes del paso 3 y dejamos cocinar a temperatura media hasta que los tomates estén casi deshechos y la salsa tenga la consistencia adecuada. Unos 40 minutos. A última hora, incorporamos las hojas de albahaca y pasamos por el chino.
Si lo envasáis en botellitas y le ponéis una pegatina de "ketchup", igual da el pego ;)
Podéis ver más recetas de este chef en el blog de Cooking the chef, pinchando en la foto. Seguro que os va a apetecer hacer más de una porque las recetas Jamie Oliver son generalmente sencillas y con muy buena pinta y mis compis de reto son todas buenísimas cocineras.