Carne de ¿qué?
Normalmente utilizo estas líneas para contaros las cosas que cocinamos nosotros, en esta ocasión, y tras leer un artículo publicado por la OCU, voy a hablar de algunas cosas que cocinan los demás.
Al leerlo me he sentido ligeramente asqueada; hojeaba la revista y me encuentro con una análisis sobre los kebabs. Esa comida vagamente turca que se hace con un trozo enorme de carne que se va cocinando rotando sobre un espetón, se le añade lechuga, tomate y alguna salsa y tenemos un bocadillo chorreante y muy difícil de comer.
Lo primero que nos encontramos es que se sitúan por delante en sal, grasas y calorías de las demonizadas hamburguesas. Bueno, esto es una decisión personal, si de vez en cuando, lo disfrutas y te das un chute extracalórico de kebab o de hamburguesa XXL pues allá tú.
Lo realmente chungo es que nos engañan. Así con todas las letras, nos venden ternera y en realidad el rollo gigante, la carne del kebab, es un engrudo de pollo, pavo, e incluso caballo aunque en proporción muy pequeña (1% en los casos en que existe) y vete tu a saber qué más cosas. Porque además de la carne se utilizan otros ingredientes para engordar el preparado: almidones, proteínas de suero de leche, agua, conservantes ?
En el estudio se analizan 25 kebabs, únicamente uno es de ternera 100% (el de Kebab House; por si os interesa a alguno). En 20 de ellos el ingrediente principal era el pollo.
Hace unos años ya se destapó en Reino Unido un fraude similar, en ese caso se utilizaba carne de cerdo, resultaba más hiriente el engaño pues se daba la circunstancia de que era una comida muy popular entre la comunidad musulmana; que como sabéis por motivos religiosos no consumen carne de cerdo.
Luego está el asunto de la calidad, podemos decir que es simplemente pasable en la mitad de la muestra y deficiente en el resto. Y esto ¿cómo se sabe?, pues se mide la proporción de colágeno con respecto a la proteína total. Cuanto más colágeno más tendones y menos carne.
Hasta aquí el tema de la carne, pero el estudio también da un repaso al asunto de la higiene. Los análisis no muestran bacterias nocivas, capaces de causar enfermedades pero sí algunas que demuestran una higiene deficiente. En 11 muestras había "enterobacterias coliformes", contaminación fecal que se puede deber a una manipulación descuidada o a el uso de vegetales con un lavado insuficiente.
Pues si aún os han quedado ganas de kebab un consejito: ¡Cocina gallina!, haztelo en casa. Con su carnecita de verdad, su lechuga bien lavadita y una salsita de yogur casera, de esas que saben de verdad a yogur. A continuación os lo contamos
La salsa de yogur es super sencilla de hacer y queda genial para acompañar ensaladas o un kebab. Ya os propusimos un aliño de yogur en el post "Guía básica para hacer ensalada", esta es distinta, la ha publicado Hogarutil y es del cocinero Bruno Oteiza.
Ingredientes:
-Poco lio-
1 yogur natural
1 diente de ajo
el zumo de medio limón
aceite de oliva virgen extra
sal
pimienta
6 hojas de menta fresca
Elaboración:
Pon el yogur en un bol. Pela y pica el diente de ajo muy finito o usa un prensaajos; y añádelo. Agrega también el zumo de limón, la sal, la pimienta y un chorrito de aceite de oliva.
Mezcla bien todo hasta tener una salsa homogénea.
Pica las hojas de menta fresca con el cuchillo y añádelas a la salsa de yogur. Mezcla todo.
Si no os gusta mucho la acidez del yogur natural usar yogur griego que es más suave; y si estáis a plan pues utilizad yogur 0% materia grasa.
Esta es nuestra propuesta de salsa. Ahora el resto; conseguir unas virutas de carne similares a las que ponen en los kebab es complicado, pero las podemos sustituir con ganancia por unas tiras de ternera jugosa y tierna bien finitas hechas a la plancha. Si lo preferimos por tiras de pechuga de pollo. Si os atreveis con un poquito más de sabor, macerad la carne una hora en un majado de ajo, aceite y un chorrito de limón o vinagre.
Ya tenemos la carne, la salsa y solo nos falta añadir lechuga, rodajas de tomate y cebolla picada fina. Si quereis hacer el superbocata del año, a esto le podeis añadir queso tipo feta si os gusta su sabor o alguno de cabra más curado y menos ácido. La última sugerencia se llama berenjena, en rodajitas finas a la sartén, frita y bien escurrida de aceite se la añadimos al invento.
Esta idea me la dio mi vecina, me dice que en Siria, de donde es su marido, se hacen unos bocatas estupendos con la berenjena frita, lechuga, tomate, cebolla, salsa de yogur y huevo duro; esto es prácticamente un kebab para vegetarianos.
Pues con esto y un bizcocho…, quedamos como reyes.
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Hasta la próxima.
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