Estos días grises, lluviosos y fríos nos invitan a cocinar, ya sea con nuestra pareja, familiares, amigos, los más pequeños de la casa o con nosotros mismos.
Me gusta cocinar sin prisas, de esta manera disfruto desde el primer momento, cuando decido qué voy a elaborar, hasta el último, cuando saboreo lo que he preparado en buena compañía.
Son momentos en los que dejo que el hygge me envuelva y saco mi lado más danés. ¿Sabías que a los daneses les gusta pasar tiempo en la cocina horneando algo dulce o preparando una comida copiosa?
Aprovechan los productos de temporada y se dan el placer de pasar una tarde haciendo algo rico. Lo importante es disfrutar del momento, un momento mindfulness, que está ahora tanto de actualidad.
No hay nada mejor que tamizar la harina, mezclar ingredientes, introducir la mezcla en un molde y hornear. Tener todos los sentidos puestos en ese momento en lo que estamos haciendo.
Vista: Me relaja ver cómo el procesador de alimentos mezcla los ingredientes hasta que queda una masa homogénea, cómo las claras de los huevos se convierten en una crema voluminosa, esponjosa y blanca, cómo la masa del bizcocho sube en el horno...
Oído: Me gusta escuchar como cruje el hojaldre, como suena la esponjosidad de unos cupcakes, el sonido del pan recién hecho al partirlo...
Tacto: Que no te de miedo ensuciarte, debemos sentir los ingredientes o materia prima que estamos utilizando como la harina al amasar y dar forma al pan...
Olfato: ¿No crees que el aroma que desprende el limón cuando estamos rallando su piel es uno de los mejores aromas que hay? O el olor que desprende el horno cuando se está horneando el pan...
Paladar: Y el último sentido, saborear el resultado de lo que hemos preparado. Aunque, a veces, me demoro en la preparación probando algunos de los ingredientes que voy a utilizar o durante la elaboración de la receta, cualquier momento es bueno para utilizar este sentido.
Te animo a que hagas un brioche de flores de fresa, unos rollitos de canela, una tarta de flor de sauco y limón o unos muffins de arándanos. Reúnete y disfruta de la elaboración, porque "en compañía la vida sabe mejor", como decimos en Mes Petits Accidents.
Porque para los daneses, es tan importante disfrutar de cocinar sin prisas como pasar el mayor tiempo posible con la familia y amigos, haciendo que el hygge esté presente para ser felices.
¡Qué tengas un feliz lunes y una semana muy hyggelig!