Para el cumpleaños de una amiga le regalé el libro Hygge de Marie Tourell Soderberg para aportar a su día a día un poco de positividad. Dos meses más tarde, para mi santo, Monsieur Accidents me lo regaló a mí y me ha encantado. Son unos de esos libros que no he podido dejar de leer hasta el final y cuando lo he terminado, me ha dado mucha pena y me ha dejado con ganas de más. Así que tenía que compartirlo con vosotros.
Tengo que admitir que soy una persona muy hyggelig por muchas razones aunque los que me conocéis ya lo sabéis, no os voy a descubrir nada nuevo, ¿verdad?
¿Qué es el hygge? Es el término danés que recoge la felicidad y el bienestar. Según la Encuesta Social Europea los daneses son los más felices de Europa.
El hygge se siente. Para mí es disfrutar de las pequeñas cosas.
¿Mis momentos de hygge? Son muchos pero tengo algunos que son cotidianos como al levantarme y al acostarme.
El momento del desayuno es fundamental para mí. Cuando cojo la taza de café recién hecho entre mis manos y cierro los ojos, disfrutando de su aroma, de su sabor , de cada sorbo... tanto Monsieur Accidents, como mi hermano Pedro o como mis compañeros del curro, siempre se ríen de mí y dicen: "Ya está ella en su momento café, mira cómo disfruta". Y es que disfrutar de los pequeños detalles es lo mejor.
Me gusta el momento justo antes de dormir, vuelvo a ser como una niña pequeña, tumbada en la cama bajo el nórdico y escuchando a Monsieur Accidents leyendo un nuevo capítulo de la novela que en ese momento "estemos leyendo juntos". Me voy relajando y, tengo que admitir, me quedo dormida.
¿Podemos disfrutar del hygge durante todo el año? ¡Claro que sí! Todo depende de nosotros.
Hay épocas del año en el que el clima no nos permite pasar tanto tiempo fuera de casa como el que nos gustaría, esos días en los que la lluvia o la nieve no para de caer. Estar dentro de casa tomando algo calentito o leyendo un buen libro mientras ves caer la lluvia o los copos de nieve desde la ventana... te das cuenta de que estás viviendo un momento de hygge.
Pero hay otras veces que podemos disfrutar de un buen paseo en bici o un ruta por los caminos mientras las hojas de los árboles caen a nuestro paso.
¿Cómo es una casa donde está presente el hygge? Son importantes los detalles y creo que en mi casa se ve, se escucha, se huele, se saborea, se siente el hygge, pero porque lo hacemos entre todos.
En mi casa siempre hay velas, incienso, música,... y una mesa grande con muchas sillas lista para lo que surja.
¿El hygge y la familia? Las exigencias y ritmo de la vida cotidiana muchas veces nos impide tener momentos de hygge, pero hay que intentar pasar más tiempo en familia.
Hay que hacer partícipes a los niños de las tareas de la casa, como por ejemplo preparar la comida juntos, sí, se tarda más, pero también se disfruta más.
Creo que una imagen vale más que mil palabras, así que, si aún no habéis visto este vídeo, hacerlo ahora, veréis cómo lo hemos pasado hyggeteando toda la familia.
¿Cualquier momento puede ser un momento de hygge? Reconozcámoslo, somos impacientes y no nos damos cuenta de que cuando nos vemos obligados a esperar, podemos disfrutar de esos momentos en lugar de ponernos de los nervios. Por ejemplo, recuerdo siendo pequeña, cuando se iba la luz, ayudaba a mi padre a ver si la avería era en nuestra casa mirando si habían saltado los plomos o era una avería en el bloque o en toda la manzana. Si era necesario, encendíamos velas y nos sentábamos toda la familia a esperar. Las velas, la conversación, los juegos,... un momento muy hyggelig en familia.
¿Recetas hyggelig? Son todas aquellas que nos hacen sentirnos bien y disfrutar, recordar o transportarnos a otros momentos y lugares,...
¿Cómo llevar el hygge a la mesa? Siempre lo intento hacer, y lo podéis ver en los vídeos. En mi cumpleaños siempre pongo mucho esmero en sorprender a mis invitados, creando un ambiente diferente para cada ocasión y acorde con la temática elegida.
Pero hay otras veces que las comidas o cenas son más informales.
¿Cómo crear un ambiente hyggelig? La música es fundamental. Y tanto a Monsieur Accidents como a mí nos gusta mucho cuidar este detalle, ponerla a un volumen adecuado para que esté presente de fondo pero que nos permita hablar con nuestros invitados, creando un ambiente cálido, cómodo y tranquilo. Intentamos que sea música que gusten a los presentes, porque no a todos nos gusta la misma música. Y también intentamos sorprenderlos con ella.
Me gustan las mantas te hacen sentir cómoda y relajada. En invierno, y no invierno, porque en mi casa siempre hay mantas ya que soy muy friolera, cuando algunos amigos han venido a verme pero están cansados, nos hemos sentado en los sofás con unas mantitas y hemos puesto una peli. Como pasó el fin de semana pasado cuando, después de un día intenso, terminamos Mar, Jaime, Monsieur Accidents y yo, descalzos, en los sofás y tapados con unas mantitas viendo Zootrópolis, un momento muy hyggelig.
¿Los pequeños accidentes pueden ser hyggelig? Pues sí, depende de cómo nos lo tomemos. Una casa impecable limita el hygge. ¿Cuantas veces se nos ha caído una copa de vino en el mantel? Pues se cubre con sal gorda, se llena de nuevo la copa y se brinda por los Pequeños Accidentes que hacen que nuestra vida se saboree mejor.
Hygge da mucho de qué hablar por lo que he pensado en hacer diferentes posts para que podamos disfrutar de él un poco más y compartir así nuestras experiencias. ¿Qué os parece la idea?