Siempre he dicho que es más fácil criticar un sitio que animarse a recomendarlo porque cuando recomendamos un lugar, comprometemos nuestra palabra, nuestros gustos y nos implicamos con el local y el servicio que dan a los clientes. Por eso, pese a la dificultad que puede suponer mojarse por un establecimiento al que he ido solamente una vez, quiero incluir La Tasca de Celso como uno de mis restaurantes recomendados.
Tanto por el encanto de su emplazamiento, como por su fachada exterior pintada con los colores azules tradicionales en tantas viviendas y locales de la zona, como por su bonita distribución, con una barra de madera natural que invita a la conversación y sus cómodas mesas rústicas, me parece un lugar encantador en el que disfrutar de platos de comida tradicional. Pero acompañadme dentro y veréis las viandas que nos ofrecen.
Una de las típicas ventanas con sus visillos bordados de las casas de Vilanova de Milfontes en la región del Alentejo (Portugal), el pueblo donde está la Tasca do Celso, al que llegamos tras un recorrido por la costa visitando Sines, Sao Torpes, Carrasqueira y Comporta, en los que vimos preciosos paisajes, acantilados, aves, barcas y por supuesto, maravillosos castillos.
En la parte exterior del restaurante, encontramos la carta o menú, con su oferta escrita con tiza en pizarras, donde se ofertan las raciones o petiscos y los platos del día o especialidades...
Cuando entras a la Tasca do Celso, en Vilanova de Milfontes, te espera un lugar tradicional con mesas y sillas de madera, con aire rústico y a la vez limpio y acogedor. La barra es excelente y en los dos salones hay bastante espacio. El servicio es estupendo, profesionales amables que recomiendan qué pedir, y asesoran encantados cuando preguntamos por los ingredientes de las recetas cuyo nombre no conocemos en portugués.
Por cierto, me encantan las palabras portuguesas para cucharas (colheres), tenedores (garfos) y cuchillos (facas), y también el nombre que tienen las servilletas (guardanapos). Mirad qué bonita es la cajonera...
El vino de la zona del Alentejo es un vino magnífico como pudimos comprobar en La Herdade dos Grous, donde tomamos un gran menú de degustación con vinos, y con ese precedente, también pedimos vino en la Tasca, donde probamos un vino de reserva de 2009, el Zagalos que nos recomendaron en la Tasca do Celso para acompañar nuestra comida.
Comenzamos con unos boletus a la plancha, deliciosos, muy aromáticos que me gustaron más de lo normal por su curioso y sorprendente aliño de cilantro, tan portugués, que daba a los hongos un toque muy especial, muy diferente al habitual ajo y perejil. También tomamos unas almejas a Bulhao Pato guisadas con cebolla, tomate y con un rico sabor. Las raciones eran abundantísimas.
Después teníamos muchas opciones para elegir pero nos dejamos aconsejar y vimos que la mayoría de los asistentes pedía el Bife a la plancha, un generoso corte de carne a la parrilla para compartir, acompañado de mazorca de maíz y verduras, que venía con un pote de arroz con judías como guarnición. La carne estaba perfecta de punto, ternura y sabor.
Nos comimos el bife con deleite y casi no llegamos al postre, otra maravilla de la casa, elaborado con piñones y almendras, una especie de tarta de santiago más húmeda y cremosa cubierta de canela. La compartimos.
Tras los cafés, continuamos nuestro viaje turístico por el Alentejo, nuestro particular roadtrip que nos llevaría al día siguiente hacia con destino a Beja, Serpa, Moura y Montaraz, los pueblos más bonitos del recorrido.
Os dejo con algunas imágenes...
La ruta en el coche por las carreteras del Alentejo tiene maravillas como ésta
Una mecedora con vistas al lago en la Herdade das Alcarias
Y el delicioso puerto en palafito de Carrasqueira
Sed felices,
Espero que te haya gustado. Puedes ver más entradas como esta en www.lazyblog.net