4 raciones
INGREDIENTES
400 g de calabacín
6 láminas de lasaña precocida (puede sustituirse por más calabacín)
350 g de pisto
300 g de salmón
2 dientes de ajo
50 g de puerro
200 g de calabacín
1 pizco de nuez moscada
1/2 cucharada de café de pimienta
2 mozzarelas
5 hojas de albahaca
2 ramas de hinojo
Queso parmesano rallado
ELABORACIÓN
Cortamos el calabacín a la larga en rodajas muy finas con ayuda de una mandolina.
Después, lo doramos un poco sin aceite sobre una sartén y reservamos.
Pochamos 50 g de puerro y 200 g de calabacín con un poco de aceite.
Cuando estén listos, añadimos una pizca de nuez moscada y pimienta, los trituramos hasta conseguir una crema.
Picamos dos dientes de ajo.
Quitamos la piel y las espinas al salmón, lo cortamos en rodajas finas y lo salamos.
En una sartén con una cucarada de aceite, doramos el ajo y sellamos el salmón. Tiene que quedarnos crudo.
Para montar la lasaña, ponemos un poco de pisto en la base del recipiente y colocamos tres placas de pasta (o hacemos una capa de calabacín si queremos prescindir de la pasta).
Después hacemos una capa con el pisto restante y lo cubrimos con una capa del calabacín laminado.
Troceamos las mozzarelas y hacemos con una y media una capa.
Cortamos las hojas de albahaca y las repartimos.
Volvemos a colocar una capa de pasta (o más calabacín).
Untamos la pasta con un poco de la crema de calabacín y puerro.
Seguidamente, repartimos el salmón y lo espolvoreamos con el hinojo picado.
Cubrimos con una capa de calabacín laminado.
Echamos por encima el resto de crema de calabacín y puerro.
Repartimos el resto de mozzarella y echamos el queso parmesano rallado que mezclaremos previamente con un poco de pimienta e hinojo.
Cocemos en el horno precalentado a 200º durante 25 minutos o lo que indiquen las instrucciones de la pasta que estemos utilizando.