Ingredientes:
Láminas de lasaña de maíz y arroz (menos de 250 g, me sobraron unas cuantas del paquete)
1 bote de pisto manchego (unos 400 g)
1 lata de mejillones en escabeche escurridos
1 lata de atún en agua, también escurrido
Mantequilla o aceite de oliva (1 cucharada + un poquito más)
1 cucharada de harina fina de maíz, de arroz o cualquier otra
Aprox. 250 ml de leche
Pizca de sal, pimienta negra y nuez moscada
Unos 30 g de queso rallado (yo usé maasdam light)
Cayena molida (opcional)
Si preferís hacer el pisto casero, mil veces mejor y la lasaña se puede hacer con láminas de cualquier tipo, con o sin gluten, y la harina puede ser perfectamente de trigo normal si no necesitáis que sea sin gluten.
Elaboración:
Preparamos nuestra bechamel poniendo en un cazo al fuego la mantequilla o aceite, añadimos la cucharada de harina y removemos hasta que quede una masa homogénea, cocinamos unos segundos sin parar de remover y añadimos un poco de leche, removemos, integramos y volvemos a añadir leche, así hasta obtener la textura de bechamel que nos gusté, por eso podemos añadir más o menos leche de la cantidad que hay en los ingredientes. Cuando tenga el espesor que nos guste, apartamos del fuego, salpimentamos y añadimos una pizca de nuez moscada. *Si lo vamos a preparar con harina fina de maíz es mejor primero diluir la harina en la leche, calentarlo y después añadirle la mantequilla, junto con lo demás.
Precalentamos el horno a 180 grados. Cocemos en agua las láminas de pasta según las instrucciones del fabricante. Engrasamos ligeramente una fuente pequeña apta para horno y cubrimos el fondo con una capa de pasta, yo he ido cortándolas para que quedaran justas. Encima ponemos un tercio de nuestro pisto, mejillones y atún desmigado (si os van a salir 3 capas como a mí). Añadimos un poco de bechamel y volvemos a poner otra capa de pasta. Así hasta tener 3 capas de pisto con mejillones y atún. Ponemos la última capa de pasta, extendemos por encima la bechamel sobrante, que debería ser la mayor parte, espolvoreamos con el queso y si nos gusta, podemos añadirle un poco de cayena molida por encima. Llevamos al horno por unos 30-35 minutos, y si no queda suficientemente gratinado, le damos los últimos minutos en el horno a máxima temperatura solo calor arriba.
Con estas cantidades perfectamente puede ser una receta para 4, si además acompañamos con una buena ensalada. En nuestro caso no os voy a mentir: mi chico creo que se echó 4 veces y yo dos, aunque si sobro una porción para otro día, jajajaja! ¡Nos encantó tanto! Está super rica y ni se notaba que no eran láminas de pasta tradicionales. En casa aunque no seamos celiacos ninguno, mi chico tiene cierta intolerancia al gluten y aunque no lo tiene descartado en su dieta, si puedo hacer una opción sin o con menos gluten lo hago.
Os va a encantar, os lo aseguro!
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