Según el tipo de dieta que vayamos a seguir, los nutrientes pueden tener más dificultades para instalarse en nuestro organismo. Por ejemplo, no es lo mismo un vegetariano macrobiótico (los más restrictivos) que un ovolácteovegetariano (permiten el consumo de leche y huevos). Independientemente del tipo, hay que tener cuidado con este tipo de alimentación, y seguir una serie de consejos para no acabar con anemia.
Compensa el déficit de hierro con vitamina C
Aunque el número de vegetarianos que contraen una anemia no es mucho mayor al de aquéllos que la tienen a pesar de comer carne, sí es cierto que existen más riesgos. Hay elementos presentes en los vegetales que inhiben la absorción de hierro. Para compensar los efectos de estos componentes, conocidos como fitatos y polifitatos, podemos ingerir una mayor cantidad de vitamina C, que facilita la absorción de hierro.El cuerpo humano asimila el hierro procedente de la carne animal más rápido que el que se obtiene de los vegetales. En los ovolácteovegetarianos existe menos riesgo de carencias de hierro, ya que al comer huevos, lo adquieren de la yema. Las proteínas también facilitan la absorción de este componente.
Para evitar la anemia, un vegetariano no debe eliminar de su dieta las legumbres y los frutos secos, que son los alimentos más ricos en hierro. Pero tampoco los cereales, las semillas, los higos, los dátiles y las ciruelas, mezclados con los cítricos y otros productos ricos en vitamina C.
Cuidado con la falta de calcio
Otro de los inconvenientes con los que se encuentran los vegetarianos más restrictivos es la falta de calcio. Este nutriente es de los más importantes. Es esencial para nuestros huesos y sin él podemos sufrir osteoporosis.Los vegetarianos que eliminan el consumo de carne y de todo lo procedente de ella, como la leche y los huevos, tienen que recurrir a suplementos de calcio (disponibles en las farmacias), o a la leche de soja.
En cambio, los que siguen consumiendo los derivados de la leche no tendrán tanto problema a la hora de conseguir calcio. El fósforo y la vitamina D también son importantes, y están presentes en los yogures, el queso, la nata (crema de leche) y la mantequilla, o en los postres lácteos. La vitamina D sólo está presente en la leche entera, y es imprescindible para fijar el calcio a los huesos.
Es indispensable que la decisión de dejar de comer carne sea bajo control médico, sobre todo si también se eliminan los huevos y la leche de la dieta. Si no hacemos esto, nuestra salud puede llegar a correr serio peligro, con consecuencias que van de una posible anemia hasta una osteoporosis.
Fuentes:
www.mundovegetariano.com
www.consumer.es