Aquellos de vosotros que hayáis tenido la oportunidad de probar la cocina tailandesa, seguro que habréis repetido con frecuencia. La verdad es que no es nada fácil encontrar un restaurante que ofrezca comida tailandesa original, de la misma forma que pasa en mayor medida con los falsos chinos o japoneses (pero eso es un tema del que hablaremos otro día).
La cocina tailandesa es una cocina sencilla, basada en el producto, son platos no muy complicados, generalmente muy espaciados llenos de sabor y frescura. Rica en vegetales y pescados, hoy os traemos una receta muy sencilla. Se trata de una lubina en fritura acompañada de una salsa agridulce y picante. El unico secreto es freir adecuadamente la lubina para que no se nos pase en el interior y esté lo más crujiente posible.
1 lubineta de ración por persona
1 puerro
1 pimiento rojo
1 chile
2 limas
1 naranja
Vino Mirin
Preparado de guindillas
Azúcar
Harina de maíz o de garbanzo
Sal y aceite
Rabanitos
Brotes de lechuga
Dificultad: Fácil.
Duración: 15 minutos de elaboración activa.
Cazo pequeño
Sartén para frituras
Cuchillo
Tabla de picar
Bol para presentación
Primero haremos la salsa para acompañar el pescado, en un cazo pequeño añadimos un vaso de agua, dos cucharadas soperas y un cuarto de vaso de vino mirin (el vino mirin es una especie de vino dulce oriental, no suele contener mucha graduación y es muy utilizado en la cocina oriental, se puede encontrar en grandes supermercados o tiendas especializadas). Lo pones a hervir a hervor fuerte, picamos un chile, 1/4 de pimiento rojo y 1/4 de puerro, lo picamos todo en cachos pequeñitos y lo añadimos al cazo. Añadimos tambien una cucharada pequeña de picado de guindillas (preparado de guindillas o chiles, es como una especie de pasta roja que se vende en botes). Hacemos un zumo de las dos limas y la naranja y lo añadimos también, mezclamos todo bien.
Lo dejaremos hervir hasta que reduzca a un cuarto de su volumen inicial. Ya reducido, apagamos y reservamos.
Tomamos la lubineta entera, ya limpia y sin cabeza ni tripas ( le decimos al pescatero que nos la limpie, que retire las escamas también), la partimos a lo ancho en cachos gruesos (unos 4 cachos de cada pieza), la salamos y la pasamos por harina de maíz o garbanzo (que sea una harina gruesa para que sea más crujiente, también venden preparados de harina para frituras).
Calentamos una sartén con aceite, que tenga bastante volumen de aceite para que cubra bien todo el pescado (lo podemos hacer también en freidora si queremos). calentamos mucho el aceite que este bien caliente, cuando empiece a salir humo echamos los cachos de lubineta, con cuidado de no quemarnos, si tenemos muchos cachos los haremos en varias tandas para evitar que el aceite pierda temperatura. Se hará enseguida, 1 o 2 min. que esté bien dorado por afuera pero por adentro ha de estar tierno. Lo sacamos a un papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Emplatamos, ponemos los cachos de lubineta ya fritos en un plato y servimos la salsa agridulce en un bol, acompañamos con unos rabanitos con unos brotes de lechuga. La forma correcta de comerlo es tomando el pescado con las manos, retiramos las espinas, he introducimos la carne en la salsa y la comemos. Si echaríamos la salsa por encima desde un principio el pescado perdería el crujiente.
Posted by Asier Gorocica
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