Cerrar los ojos y transportarse de lleno a las comidas de domingo. A la infancia. Al crugir de la capa gruesa de los ‘mac and cheese’ romperse de un golpe seco. Esa sensación es la que sienten los americanos y canadienses cada vez que sale del horno una ración de este plato.
Esta combinación de macarrones y queso debe ser cremoso, crujiente y explosivamente lleno de sabor.
Cuando viajamos a Nueva York, no pude resistirme a meterme en Google y buscar “dónde comer los mejores Mac n Cheese de Nueva York”. Lo hice, busqué resultados, leí opiniones, me empapé. Encontré un pequeño local con historia en el barrio de East Village. Constantemente salía en la primera posición, para algunos, pasaba a ser segundo, pero, al final, seguía siempre en el top 3 así que, ¿ibamos a ir? ¡Sin duda!
S’MAC es la contracción de Sarita’s Macaroni & Cheese y lleva abierto desde 2006. El local hace esquina, es pura luz y ventanal. Decorada con amarillos y naranjas transmite tanta calidez como el olor que sale al pasar por su lado. Son los colores que quedan en esa capa de queso tostada recién salido del horno.
En este local neoyorkino encuentras versión vegana, sin gluten o puedes montártelo tu mismo, según tus gustos. A nosotros nos fascinó una combinación la Napoletana que sí podemos asegurar que sabía igual que una pizza margarita con su toque de perefil fresco, tomate y ajo asado y mozzarella fresca. Además, no nos resistimos al All-American, es decir, la versión clásica entre las clásicas del ‘Mac and Cheese’. Ese que les hace recordar la infancia, y con bien de cheddar.