Sóc d’origen valenciana, i ben blanca de color, encara que tinc el cor dor, no tinc nas, i em diuen xata ¿qui sóc?"
Soy de origen valenciana, y bien blanca de color, aunque tengo el corazón de oro, no tengo nariz y me dicen chata ¿quien soy?
Me encanta la horchata, es una debilidad incrementada por los años en que mi marido trabajaba en Alboraia, muchas tardes de verano iba a buscarlo y merendábamos en la "Orxatería Panach", en mi opinión la mejor horchata del mundo mundial, la hacen de "categoría internaçional".
Otras veces, era mi marido quién la traía a la caseta de La Patacona para merendar y siempre que vamos a Alboraia a tomar horchata vamos a Panach, donde además tienen fartons caseros muy parecidos a los que hago yo, nada que ver con los comercializados.
En Daniel y otras horchaterías de Alboraia, la horchata es muy buena, pero la de Panach, es superior. En Valencia, la mejor la del Siglo (desgraciadamente desaparecida) y la de Santa Catalina, como siempre, hablo desde mi humilde opinión, que no se enfade nadie ¿eh?
Mi prima Conxín tenía una pequeña lechería frente al Mercat del Grau, junto con Paco, Mari y Jorge.
Los sábados por la mañana, (que era cuando mas trabajo había, ya que l@s comprador@s, y muchos vendedores de las paradas solían venir a desayunar a la lechería), y cuando en mi trabajo me daban jornada intensiva, iba todas las tardes a ayudarla junto a Amparo (la mujer de mi querido Vicente Visiedo) a despachar "orxata, merengá, llimó granissat, çibá, café granissat" y otros helados, de aquellas horchateras de galvanizado, y acero, forradas de corcho con su tapa de acero inoxidable con una asa que ayudaba a rodar la horchatera entre la capa de hielo, el galvanizado y el corcho.
Que buenos recuerdos de aquellas épocas de juventud, en la que pienso, que de entre otras cosas, algo de horchatas y granizados aprendí....
En cuanto a la horchatas preparadas que venden envasadas, no puedo con ellas, me saben mal, las he probado todas y no hay manera, en mi opinión la única que se salva es la de Panach, pero con muuucha diferencia.
Aunque hay otra solución para degustar una horchata con verdadero sabor a horchata valenciana y es la hecha con concentrado de chufas de HISC, que descubrí hace muchísimos años, gracias a mi amigo y vecino Ramón Costa, desgraciadamente ya fallecido y unos de los sucesores de Hijos de Salvador Costa, S.L. que fundó la fábrica el año 1.897.
Os aseguro que éste concentrado, preparado con agua muy muy fría sabe a auténtica horchata valenciana de nuestras huertas.
En mi casa no falta nunca, y en el pueblo, tampoco, allí no hay ni horchaterías ni nada parecido, (y ni me pagan ni me la regalan, como ninguno de los productos que os recomiendo), y es por éso que un día se me ocurrió preparar unas "valencianes dorxata" o magdalenas de horchata, sustituyendo la leche y parte del azúcar por el concentrado de chufa, hoy comparto ésta receta por si os apetecen ;)
Necesitaremos;
3 huevos
Una cucharadita de azúcar por magdalena
100 g de aceite de oliva virgen extra
200 g de concentrado de horchata
225 g de harina de repostería
150g de chufas secas
Un sobre blanco de gasificante
Un sobre morado de gasificante
"Magdalenes dorxata valencianes"
¿Y porque Magadalenas y no cupcakes, muffins etc?, pues simplemente porque en mi opinión unas y otras son las mismas. Magdalenas dulces, saladas, con chocolate, con adornos de fondant, con mantequilla o aceite de oliva, con leche, sin ella ...pero al fin y al cabo MAGDALENAS, si tenemos el nombre en español ¿porque americanizar también el idioma en la cocina?
Mis disculpas a quienes las llamáis con éstos nombres sobretodo porque cada cual es muy libre de ponerle como mas le guste ¡faltaría mas! pero me permitiréis que en mi blog a las magdalenas, le llame por su nombre. MAGDALENAS, o en mi otra lengua MAGDALENES ;)
Bueno, al lío, o mejor dicho a la masa que vais a ver que sencillas de hacer y que riquísimas que están. Vamos a trabajar con los ingredientes a temperatura ambiente y en recipientes tibios, para ello lavaremos con agua caliente y secaremos bien, justo en el momento de usarlos. Ahora con éste calor, no es imprescindible, pero en invierno si. Bueno pues éso, enjuagamos con agua caliente el recipiente, secamos y comenzamos con los líquidos, en éste caso con los huevos a temperatura ambiente, que batiremos bien para que cojan aire unos tres minutos
añadiremos los 200g de concentrado de chufa
y rebañaremos el recipiente con la lengua.....la de gato ¿eh? no con la nuestra, por mucho que la tentación nos incite a ello si sois tan golosones como yo, jajaja
ahora le llega el turno al aceite de oliva virgen. Usad uno que no se agarre a la garganta pero que tenga calidad, porque vale la pena, a mi me gusta un arbequina por ejemplo
y seguimos batiendo hasta que se integren bien todos los ingredientes líquidos
ahora vamos con los sólidos, para ello, haremos la misma operación de entibiado del bol o cuenco, secaremos bien y tamizaremos la harina, si no tenéis tamizador, lo podéis hacer con un colador e ir golpeando con el dorso de la mano. Aseguraros de no tener mucha corriente de aire, yo si la tenía en ése momento, todo abierto por el calor, y hemos terminado la bancada, la vitro y yo....llenas de harinaaaa
añadimos el sobrecito de gasificante blanco, (lo podéis sustituir en caso de no encontrar, por un sobrecito de levadura química en polvo)
y a continuación el sobrecido de gasificante morado (que no pondréis si usáis la levadura en polvo) y mezclamos
una pizquita de sal, para potenciar el sabor y volveremos a mezclar
ha llegado el momento de unir líquidos con sólidos
que mezclaremos manualmente con cuidado de que no quede ni el mínimo grumo
como veis en la foto
picaremos un puñadito de chufas que podremos comprar en las tiendas de frutos secos
no hay que triturarlas mucho, porque lo agradable es la mezcla de texturas al encontrar el crujiente de la "xufa" al comer la magdalena,
añadimos a la mezcla
pondremos en un recipiente hermético y dejaremos en el frigo como mínimo una hora para seguir con la tratamiento a la masa, primero calor, ahora frío.
Ésto lo haremos para sacar la magdalena con "monyet" o topete, aunque yo a veces no he tenido paciencia y las he preparado tal cual, sin pasar por el frigo, y a pesar de que no me han subido mucho, no quedan nada mal. Lo perfecto sería tenerlas toda la noche en la nevera, si tenéis tiempo y paciencia
Cuando ya vayamos a hornear las magdalenas, pondremos calentar el horno a 250º
y volcaremos la masa en una manga pastelera, o un dispensador de masa, aunque con una cuchara podéis hacerlo perfectamente
e iremos rellenando nuestras cápsulas hasta la tercera parte de su capacidad, utilizo para éste tipo de magdalena, que llamamos "valenciana", cápsulas más grandes de las normales, y las hago en casa con papel de estraza, pinchando en el enlace veréis que fácil es hacerlas http://calaixetdelaiaia.blogspot.com.es/2016/07/como-hacer-capsulas-para-magdalenas.html
las coloco forrando flaneras de acero inoxidable y en un bandeja de horno
en el momento de hornear, es cuando añadiremos una cucharadita de azúcar, sobre la superficie de cada cápsula,si queréis un buen copete, no le pongáis azúcar ahora, le añadís azúcar glas al final, porque el peso del azúcar impide que suban mucho, éso ya a vuestro gusto
introduciremos a media altura con calor arriba y abajo o con calor abajo y bajaremos a 220º los primeros 10 minutos y dejaremos 10 minutos más a 200º, controlando siempre que no se quemen, cada horno es un mundo y necesita unos tiempos de horneado distinto, así que la primera vez que las hagáis, tendréis que estar con la nariz pegada, pero no se os ocurra abrir el horno hasta que no veáis que suban, porque de lo contrario perderá el calor y la magdalena ya no sube con gracia, podéis comprobar si están en su punto pinchando con un palillo o un palo de brocheta, cuando ya haya subido
como mis magdalenas son grandes y no he puesto mucha masa, ésto es lo que suelen subir en éste tamaño de cápsulas, si las hacéis mas pequeñas, suben muchísimo mas
las sacaremos del horno, las retiramos de la flanera con toda la facilidad del mundo, y las dejaremos enfriar sobre la rejilla para que no resuden
listas para disfrutar por ejemplo, con una fresquísima horchata
o un cremoso café
resulta una magdalena deliciosa de textura un poco húmeda
con la sorpresa de encontrar junto a su esponjosidad, el crujiente de los trocitos de chufa
que aparte de potenciar el sabor
le da un toque distinto,
a auténtica horchata
solo puedo deciros
que no dudéis en prepararlas
porque merece la pena
con una magdalena y un vaso de leche, hay para una buena y completa merienda
o un potente desayuno, disfrutando de ésta mañana del primer sábado de Julio
y si es con una buena compañía,
y el placer de la brisa del mar, o el aroma del bosque, pues ya... ¡la leche!
odemos guardarlas en un recipiente hermético, donde supongo se conservarán tres o cuatro días,
si vais a tardar más en consumirlas, mejor en una bolsa y al congelador
aunque en mi casa apenas quedan para el día siguiente, en cuanto se enteran que hay "magdalenes dorxata", acuden como las moscas jajaja
"A la taula i....BON PROFIT!!!
¡Ah! como ya habréis adivinado (risita brujeril), el resultado de la adivinanza es la ¡¡¡HORCHATA!!!