No tengo la paciencia ni tal vez la imaginación para presentar los platos salados como si fuesen cocina de vanguardia. Soy más tradicional y os presento el plato más o menos como lo serviría en casa. Vale que los platos que uso para el blog la mayoría no han sido utilizados todavía, no han sido profanados por nadie. La mayoría.
Creo que una presentación súper vanguardista no va con el estilo de mi blog, creo. Considero que lo salado no es mi fuerte, que estoy más avanzado en lo dulce, pero voy aprendiendo poco a poco e intento ofrecemos recetas atractivas que a mí me encantan.
El magret es uno de los platos favoritos en mi casa porque nos gusta a todos. Yo suelo ser el raro al que no le hace gracia la carne, pero estoy creciendo y madurando y cada vez la tolero más (aunque donde esté un buen salmón que se espere todo lo demás). Cada vez son más los días en los que me decanto por la carne y no por el pescado. No me lo creo ni yo.
Fijaos si he crecido que hasta me he decantado por una reducción de vino tinto. Yo, que no me gusta el vino más que el malo de tetrabrick mezclado con CocaCola (sí, lo que aquí llamamos kalimotxo). Cómo cambian las cosas. Si al final ha de tener razón mi familia: "Ya verás cuando crezcas cómo te gusta el vino".
Aún queda mucho para eso creo yo.
Paso a paso.
Hasta entonces, seguiré deleitándome únicamente con esta reducción de vino tinto tan deliciosa.
Magret de pato con reducción de vino tinto
Dificultad: Fácil
Raciones: 4
Etiqueta: Carne
Dos magrets de pato
Tres patatas
Una pizca de sal
Un vaso de vino tinto
Tres cucharadas de azúcar
- Para empezar, hacemos unos cortes en forma de cruz en la parte magra de nuestro magret.
- Ponemos el magret entero en una sartén antiadherente. Yo he usado la carmela.
- Freímos el magret de pato durante 8 minutos con la parte más magra abajo. No hace falta echar aceite, la propia grasa del pato al fundirse servirá para que se fría bien. Nos tiene que quedar tostadito.
- Añadimos una pizca de sal.
- Le damos la vuelta y lo acabamos de hacer.
- Reservamos y lo mantenemos caliente. Lo mejor es envolverlo en papel de aluminio.
- Pelamos las patatas y las cortamos como si fuesen tablas.
- Calentamos aceite en una sartén y freímos bien las patatas. Reservamos.
- Para preparar la reducción de vino tinto, ponemos el vaso de vino en una cacerola y lo ponemos a fuego medio-alto hasta que reduzca su volumen a casi la mitad. Tenemos que remover con bastante frecuencia.
- Añadimos entonces el azúcar y seguimos removiendo. Se formarán unas burbujas, eso es que vamos bien. Cuidado con el azúcar, al llegar a temperaturas altas quema mucho. MUCHO.
- La mezcla irá espesando y estará cuando al sacar un poco y enfriarse se quede más espesa todavía.
- Servimos el pato caliente y cortado en lonchas, acompañado de las patatas y de la reducción de vino tinto. Yo lo he acompañado con unas ciruelas pasas.
¡A disfrutar!
- Para preparar la reducción de vino tinto debemos usar un vino que sea bueno. Nunca hagas una reducción con un vino que no te beberías.