¡No hay mal que por bien no venga! Como os comenté en mi post de las Fresas híbridas malditas, pensé que los tentáculos que habían en la foto estaban hechos de galleta (de hecho, lo sigo pensando, pero no he dado con la receta). Como no tenía ninguna receta para hacer galletas, pensé que podría servir cualquier receta y cogí esta receta de Masa para galletas de Javi Recetas. Como podréis ver en mi post del blog de pifias Tentáculos demasiado bien alimentados, los tentáculos salieron fatal, aunque de sabor, estaban buenísimos. Por lo tanto, decidí hacer los tentáculos con fondant y, ya que tenía masa para galletas para parar un camión y los tentáculos estaban muy buenos, pues aprovechar para hacer galletas con la mitad de la masa que me había sobrado. La otra mitad, la tengo congelada a la espera de volver a hacer galletas. Sí, la masa se puede congelar perfectamente.
Las galletas quedaron tan bien que unos amigos de mi marido pensaron que... ¡las había comprado en una pastelería! Jajaja. Volaron en un momento. Y de sabor, buenísimas.
No me enrollo más y os dejo con la receta:
Ingredientes:
225 gr. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
200 gr. de azúcar glass
450 gr. de harina de trigo (yo al final tuve que poner 20 gr. más de harina, porque se me pegaba a las manos. Depende bastante del tipo de harina que uséis)
1 huevo
2 cucharaditas de postre de aroma de vainilla
1 cucharadita de levadura de tipo Royal
1/2 cucharadita de sal fina
Preparación:
Una hora antes de comenzar con la receta, sacar la mantequilla de la nevera para que esté a temperatura ambiente.
Poner la mantequilla en el vaso
Añadir el azúcar.
Mezclar durante 1 minuto a velocidad 3.
Añadir la sal.
Añadir el huevo.
Y por último, añadir las dos cucharadas de aroma de vainilla.
Mezclar durante 1 minuto a velocidad 3.
Poner en un bol la harina.
Añadir la levadura al bol y mezclar.
Cerrar la tapa de la thermomix y programar velocidad 3 sin tiempo ni temperatura. Quitamos el cubilete y vamos echando cucharadas de la mezcla de harina y levadura por el bocal. Se ha de hacer poco a poco y esperar a que cada una de las cucharadas se haya integrado antes de echar otra.
Una vez se haya echado toda la harina, comprobar que la masa no se pegue a las manos. Si se pega a las manos, repetir la operación con un poquito más de harina. Yo necesité 20 gramos más.
Sacar la masa, hacer una bola y envolverla en papel film. Yo la dividí en dos partes. Meterla en la nevera durante unas 4 ó 5 horas (Yo las dejé de un día para otro).
Una vez hayan pasado las 4 ó 5 horas en la nevera, podemos comenzar a hacer las galletas. Yo sólo usé una de las dos bolas, porque había mucha cantidad. La otra la congelé. Se puede congelar la masa. Para descongelarla, la ponéis en la nevera un día antes y al día siguiente ya se puede usar. Las galletas quedan perfectamente.
Ahora vamos con las galletas: Precalentar el horno a 180º. Calor arriba y abajo.
Para que fuese más manejable, partí por la mitad la bola. Las galletas se deben hacer sobre papel de hornear o una lámina de silicona. De esta forma no se pegarán.
Con un rodillo, aplanar la masa hasta que tenga un grosor de 6 milímetros.
Yo tengo un rodillo especial que tiene unos aros más gruesos que se usan como tope, para que la masa quede de igual tamaño en todos los lados. Si no lo tenéis, calculad más o menos un grosor de unos 6 milímetros.
Aquí podéis ver los tres aros. Yo usé el de 6 milímetros.
Una vez esté la masa estirada con el grosor adecuado, pasar una espátula por debajo de la masa, para que cuando cojamos las galletas cortadas no se deformen.
Cortar las galletas usando algún cortador. Yo he usado unos cuantos... jajaja.
Poner las galletas cortadas en una bandeja para horno forrada con papel de hornear.
Repetir la operación con la masa que haya sobrado después de cortar las galletas y con la otra mitad de la masa.
Meter la bandeja en el horno (previamente precalentado a 180º) y hornear hasta que estén doradas. La receta original pone unos 7 minutos, pero como cada horno es un mundo y el mío va a su bola, yo necesité unos 14 minutos. Id controlando, y cuando estén doradas, sacadlas.
Dejad enfriar durante unos minutos y poner las galletas en una rejilla para que se acaben de enfriar.
¡¡¡Y aquí tenéis las galletas!!!