Hoy traigo un plato muy fácil: unos mejillones al estilo de Biarritz, muy interesantes porque tienen mucho hierro y muy pocas calorías, ideales para la "operación plumífero", un plato que a mí me sabe a verano. Pero antes dejad que os cuente una novedad.
Uno de los cambios del blog este año es que tengo nueva ayudante: Luna. Las que me seguís por Instagram, ya la conocéis, es una gatita tricolor de un año, menudita y con unos enormes ojos verdes. Ha venido a engrosar nuestra familia y a hacer compañía a Moe, que por cierto no está muy de acuerdo con ello, porque es un vejete cascarrabias al que los juegos de Lunale agobian. Tanto es así, que este verano se ha ido 3 veces de casa todo ofendido, la última tardamos 5 días en encontrarlo y estaba el pobre tan agobiado, hambriento y sucio que ha decidido quedarse, porque es que como en casa no se está en ningún lado.
Desde que ha llegado Luna a casa, a pesar de ser chiquitina, ha dejado claro quién es la que manda y al pobre Moe no le ha quedado otra que aguantarse y es que es un buenazo. Así que no ha dudado en empezar a "ayudarme" con el blog y aquí os dejo su primer momento estelar.
Y ahora sí que voy con esta receta que me encanta. Hay muchas formas de preparar los mejillones, pero ésta es una de mis preferidas, quizás porque me recuerdan al sitio donde los suelo comer: la playa de la Milady en Biarritz, una playa de aguas bravas con unas puestas de sol alucinantes.
La peculiaridad que tienen es que le añaden limón cortado en trocitos, lo que le da un gustito diferente, y que los mejillones franceses o de roca, son más pequeños que los gallegos.
MEJILLONES DE ROCA AL ESTILO DE BIARRITZ
Ingredientes (para 2 personas)
1 kg de mejillones de roca (la ración oficial es 1 kg por persona, pero como siempre suelo comer otra cosa aparte, con medio voy servida)
2 dientes de ajo
Un limón entero
Un manojo de perejil
Una copita de vino blanco
Un chorrito de aceite
Preparación
Lavar bien los mejillones con agua fría, cambiándoles el agua varias veces.
Pelar y picar los ajos.
Cortar el limón en trocitos y picar el perejil.
Poner en una cazuela honda con tapa un chorrito de aceite de oliva y añadir los ajos.
Hacerlos ligeramente sin que se doren y añadir el resto de los ingredientes: los mejillones, el limón, el perejil y el vino blanco.
Remover bien, tapar y dejar que se hagan a fuego fuerte.
Seguir removiendo de vez en cuando hasta que todos los mejillones se hayan abierto, unos 5 a 10 minutos.
Servir inmediatamente.
Podemos acompañarlos con patatas fritas, arroz blanco o con ensalada y si no queréis engordar, en vez e untar la salsa con pan, comérosla con una cuchara, porque está riquísima.
Si os gustan los mejillones tanto como a mí no os perdáis estos mejillones en salsa de tomate, una de mis primeras recetas, y esta fideuá de mejillones en escabeche.
Besos