Uno de los entrantes que escogimos para Nochebuena fueron los mejillones en escabeche. La verdad es que muero por los buenos mejillones de lata, y tenía muchísimas ganar de preparar ésta receta, pero todas las recetas que habíamos probado no me acabaron de gustar del todo.
Así que para Nochebuena quise probar con un "caballo ganador" y seguí casi fielmente la receta de la cucharina mágica, aunque en vez de mejillones precocinados, preferí comprarlos y cocerlos yo al vapor.
Me gustaron tanto, que con el escabeche que sobró, repetí la receta y los envasé al vacío en tarrinos pequeños para poder comerlos en los aperitivos que nos montamos en casa los fines de semana!
Como veis no escogí los mejillones, me gustan tanto que me valían de todos los tamaños....
INGREDIENTES
1 Malla de mejillones
1 hoja de laurel
10 bolinas de pimienta en grano
1 cucharadina de pimentón dulce
5 dientes de ajo
1 cebolleta
1 zanahoria
1 vaso de aceite de oliva virgen
1 vaso de vinagre de vino blanco
1/2 vaso de vino blanco
Sal (yo no le puse)
PREPARACIÓN
Preparáis al vapor los mejillones, limpiándoles bien las barbas y lavándolos y a continuación poniéndolos en una cacerola con medio vaso de agua al fuego hasta que se abran. Desecháis las conchas, reserváis los cuerpos, coláis el caldo y lo reserváis. (procurar colar el caldo con una estameña o trapo)
En esa misma cacerola sin el agua, ponemos a calentar el aceite, y pochamos los ajos con la piel, la cebolleta cortada en juliana y la zanahoria pelada y cortada en rodajas finas. Lo pochamos todo muy lentamente durante media hora. (Yo lo tuve media hora porque puse el fuego al mínimo).
Subimos el fuego y añadimos ahora la hoja de laurel, la pimienta, la sal si la ponéis y el pimentón. Yo en este momento lo aparté del fuego para evitar que el pimentón se quemara, lo removéis bien, y volvéis a llevarlo al fuego añadiendo ahora el vino y el vinagre. Lo dejamos un par de minutos hervir todo junto.
Ahora incorporamos los mejillones y el jugo de haberlos cocido y retiramos del fuego.
Dejamos que enfríen y los metemos en la nevera al menos 24 horas.