Es broma, más que nada porque no siempre podremos tener unos mejillones en escabeche caseros preparados. Así que no estará de más que tengamos alguna lata, de nuestra marca favorita en la despensa, para cuando no sea temporada o para uno de esos momentos en los que no te apetece o no tienes tiempo de cocinar.
Te invito a que los prepares y nos comentes cómo te han quedado. A nosotros nos ha sorprendido lo riquísimos que estaban y queremos compartir con vosotros este sencillo proceso.
Ingredientes:
2 kg de mejillones de calidad.
1/2 vaso de vino blanco.
1 vaso de aceite de oliva virgen.
1/2 vaso de vinagre.
4 hojas de laurel.
3 ajos.
1/2 cucharilla de sal.
1 cucharada de pimentón dulce.
10 bolas de pimienta negra.
Limpiamos los mejillones por fuera, nosotros usamos un estropajo de aluminio y un cuchillo de sierra, y los vamos poniendo en una cazuela.
Añadimos a los mejillones el vino blanco, nosotros hemos usado un albariño que habíamos abierto el día anterior, tapamos la cazuela y la ponemos a fuego fuerte hasta que estén abiertos los mejillones. Unos pocos minutos bastarán.
Cuando entibien y puedan manipularse, sacamos los moluscos de sus valvas, les quitamos las barbas con cuidado para no lastimar su carne y los reservamos metidos en el caldo de la cocción que habremos colado.
Queremos recordaros que hay que escoger los mejillones con sumo cuidado y no echar ninguno que no esté en perfectas condiciones. Para ello solo tenemos que tener en cuenta que hay que retirar los que estén abiertos y no se cierren antes de cocerlos, y también los que estén totalmente cerrados después de cocerlos.
Ponemos en un mortero los ajos y la sal, lo machacamos todo y reservamos también.
Ponemos una sartén al fuego con el aceite y cuando esté caliente le añadimos el laurel, los ajos machacados, las bolas de pimienta y el pimentón. Retiramos el aceite del fuego y le agregamos el vinagre y 3 cucharadas del caldo de cocer los mejillones. Removemos.
Añadimos a la sartén los mejillones y dejamos que se enfríe todo en la misma sartén a temperatura ambiente.
Es el momento de ponerlos en el recipiente de barro o el tarro de cristal en el que vayamos a guardarlos.
En la nevera podrían conservarse perfectamente durante 2 o 3 semanas pero os aseguro que no os durarán tanto!