En casa nos gusta desayunar en plan tranquilo, aunque hay días en que es imposible hacerlo por culpa de las obligaciones. También nos gusta hacerlo con mermeladas caseras. La de albaricoque es una de nuestra preferidas. Llevamos años haciéndola porque es una forma de aprovechar los albaricoques con que nos obsequia el árbol de esta especie que tenemos en el jardín, pese a que algún año nos castiga con su indiferencia y nos niega este fruto tan exquisito. Bueno, pues a pesar de haber hecho esta mermelada infinidad de veces, hasta hoy no nos hemos decidido a subir este post al blog.
Como sobre gustos no hay nada escrito, si preferís otra clase de mermeladas os invitamos a que echéis una ojeada a nuestro índice de recetas. Siempre encontraréis alguna que os seduzca.
RECETA
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INGREDIENTES
1 kg de albaricoques limpios y sin pepita.
600 g de azúcar.
Una cucharada de vainilla.
El zumo de un limón.
Un sobre de agar-agar.
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PREPARACIÓN
Lavar y quitar la pepita de los albaricoques.
Ponerlos en una cazuela junto con el azúcar y el zumo de limón; si es posible dejar macerar unas horas, de lo contrario se puede poner directamente a fuego lento.
Dejar hervir una hora aproximadamente, entonces añadir la vainilla y el agar-agar y dejar hervir diez minutos más.
Esterilizar las tapas de los botes hirviéndolas diez minutos y dejar escurrir sobre papel de cocina.
Cuando la mermelada esté templada llenar los botes de cristal, cerrar bien y meter en la olla expres cubiertos de agua.
Hervirlos diez minutos.
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CONSEJO
Esta es la proporción de fruta y azúcar para una correcta conservación. Teniendo en cuenta que nuestros albaricoques eran muy dulces hemos rebajado ligeramente la proporción de azúcar.