Aunque el cine no se pueda oler ni saborear, hay películas que activan todos los sentidos y hacen que uno se haga la boca agua. Seguramente no hay muchos que seamos capaces de resistirnos a un paseo entre ríos de chocolate con leche, árboles de mazapán y flores de caramelo.
He visto esta película miles de trillones de veces, y siempre me encanta. Me declaro fan incondicional de Roald Dahl y de sus libros, pero esta historia en particular me tiene conquistada. Además a los piojos les encanta así que es una de esas pelis de cabecera cuando tenemos sesión de cine en familia.
Evidentemente, el chocolate tenía que estar presente en mi receta. Valoré la posibilidad de hacer una receta salada con chocolate, las hay deliciosas, pero entonces recordé esta receta, que hizo my dear Rosilet para su último cumpleblog. Esto es chocolate elevado a la enésima potencia. Chocolate Love. Chocolate infinito.
Así que no hubo más que pensar. Esta era la receta. Un Mississippi Mud Pie.
El Mississippi Mud Pie es un pastel de chocolate, mucho chocolate. Es típico del estado de Mississippi, en el sur de los Estados Unidos, y debe su nombre (mud significa lodo en inglés) por recordar a las orillas del río Mississippi...
Se originó tras la II Guerra Mundial, ya que todos sus ingredientes son simples, y eran fáciles de conseguir en aquellos tiempos de escasez, y además no se necesitaban herramientas de cocina especiales. Con el tiempo, se ha convertido, no sólo en un referente de la cocina sureña, sino en una tarta de renombre internacional.
Es una receta laboriosa, que requiere su tiempo, aunque no es difícil. Es importante que se vaya enfriando entre paso y paso, y que el pudding tenga el tiempo suficiente para que la gelatina haga su trabajo. En mi caso, hice la base de galleta y el bizcocho por la mañana, el pudding por la tarde, y la dejé en la nevera hasta el día siguiente, cuando la cubrí con la nata montada (crema de leche).
Mississippi Mud Pie
Ingredientes:
Para la base de galletas:
2 rulos de galletas Oreo (aproximadamente 300 g).
50 g mantequilla.
Para el bizcocho de chocolate sin harina:
28 g de mantequilla.
85 g de chocolate negro.
1 cucharadita de café soluble.
una pizca de sal.
1 cucharadita de esencia de vainilla.
3 huevos, separadas claras de yemas.
Para el pudding de chocolate.
75 g de azúcar.
22 g de cacao puro en polvo.
15 g de maicena.
una pizca de sal.
2 yemas.
300 ml de leche.
20 g de mantequilla.
50 g de chocolate negro.
2 hojas de gelatina neutra.
Para la cobertura de nata (crema de leche):
350 g de nata (crema de leche) para montar.
2 cucharadas de azúcar glas.
cacao puro en polvo para decorar.
Preparación:
La base de galletas:
1. Trituramos las galletas Oreo (con su crema) y las mezclamos con 50 g de mantequilla derretida. Cuando hemos hecho la masa, la extendemos en el fondo de un molde desmontable. Reservamos en la nevera.
El bizcocho de chocolate:
2. Para preparar el bizcocho, por un lado, derretimos el chocolate con la mantequilla en el microondas, con cuidado de que no se nos queme. Dejamos templar. Montamos las claras bien firmes con la mitad del azúcar. Reservamos.
3. Con ayuda de unas varillas, batimos las yemas con el resto del azúcar, hasta que se tornen blanquecinas y aumenten de volumen. Añadimos el chocolate, el café soluble, la esencia de vainilla, una pizca de sal. Por último, vamos añadiendo las claras despacio, mezclando con movimientos envolventes, con cuidado de que no se bajen.
4. Vertemos la masa del bizcocho sobre la base de galletas, y lo horneamos a 180ºC, entre 25-30 minutos. Dejamos enfriar.
El pudding de chocolate:
5. Una vez que está el bizcocho frío, podemos empezar con el paso siguiente. Ponemos las hojas de gelatina a remojo en un cuenco de agua fría.
6. Mezclamos bien, con cuidado de que no queden grumos, las yemas, el cacao en polvo, la maicena y una pizca de sal. Por último, le añadimos la leche poco a poco.
7. Ponemos a fuego medio, removiendo constantemente, hasta que empiece a hervir. Para entonces, ya habrá espesado, y tendremos una suave crema de chocolate. Añadimos el chocolate troceado y la mantequilla, y removemos hasta que se hayan derretido con el calor de la crema. Escurrimos las hojas de gelatina y también las añadimos, y removemos bien.
8. Dejamos templar unos quince minutos, y vertemos sobre el bizcocho. Tapamos con film, bien pegadito a la crema de chocolate y dejamos enfriar un mínimo de 3 horas en la nevera. Yo lo dejé hasta el día siguiente.
La cobertura de nata (crema de leche):
9. Montamos la nata (crema de leche) bien fría hasta que esté muy firme, junto con el azúcar glas. Ponemos por encima del pudding de chocolate. Espolvoreamos con cacao en polvo y servimos.
Debo confesar que en casa no somos muy de chocolate, así al mogollón, por lo que tenía un poquito de miedo... ¡¡Es apabullante!! No resulta nada empalagosa, aunque eso sí, poned porciones pequeñas porque sacia un montón. El equilibrio entre nata (crema de leche) y chocolate y entre las diferentes texturas es ideal. Esta tarta va a dar mucho que hablar. ¡¡Fabulosa!!
No olvidéis visitar todas las recetas que participan en el reto {Cocina de Película} de este mes... ¡¡Nos vemos en el cine!!
Fuente: este post proviene de No Sin Mi Taper, donde puedes consultar el contenido original.
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