No se por qué no hago más recetas con dulce de leche, debe de ser que como siempre tengo algún bote tanto en la nevera como en la despensa, ya ni los veo. Me encanta, y de hecho suelo comérmelo incluso a cucharadas, pero sobretodo me encanta comérmelo con una tostada de pan untada con un poco de mantequilla y una buena capa de dulce de leche por encima.
Como todas las mousses, este es un postre de lo más sencillo de preparar que con muy pocos ingredientes la puedes preparar en muy poquito tiempo. Únicamente tienes que esperar un tiempo a que se enfríe y se asiente en la nevera y obtienes un postre digno de cualquier celebración o simplemente para no cansarte de comer siempre lo mismo de postre.
Y hablando de postre, yo soy de esas personas que necesita comer postre aunque esté llenísima, soy golosa por naturaleza (seguro que ya lo habíais imaginado mucho antes de que os lo diga yo hoy ) y siempre que me dan la carta en un restaurante miro primero lo que voy a comer de postre y después ya decido qué plato comer. Y en casa tengo que comer siempre algo dulce después de comer o cenar, aunque sea solo una galleta con algo de chocolate.
El dulce de leche es originario de Uruguay dirían unos y de Argentina dirían otros, pero como yo no tengo mucha idea prefiero mencionar a los dos países, maravillosos ambos y con una gastronomía para quitarse el sombrero. Así que venga de donde venga esta delicia, no tengo más que agradecérselo ya que disfruto y de qué manera cada vez que como algo que contenga dulce de leche. Por ejemplo un trocito de Chocotorta Argentina, un rico helado de dulce de leche o como os comentaba antes, una simple tostada con tan suculento manjar, me hacen pasar un ratito de lo más feliz mientras me lo como
INGREDIENTES:
500 gr. de dulce de leche
300 gr. de nata (crema de leche) líquida 35% MG
4 claras de huevo
ELABORACIÓN:
Con ayuda de unas varillas, batimos la nata (crema de leche) hasta que esté montada.
Añadimos el dulce de leche y continuamos batiendo a velocidad baja hasta que esté perfectamente integrado.
En un bol a parte y con cuidado de que esté bien seco y limpio, al igual que las varillas, montamos las claras de huevo a punto de nieve hasta que forme picos.
Con ayuda de una espátula integramos las claras con la mezcla del dulce de leche y la nata (crema de leche), siempre con movimientos envolventes para que no se nos baje la mezcla y adquiera aire.
Vertemos la mousse en un recipiente o varios recipientes individuales y lo introducimos en la nevera un mínimo de dos horas para que se enfríe y se asienten todos los ingredientes.
Decoramos con bolitas de chocolate, fideos de chocolate ó con algún fruto seco.
ALGUNAS ACLARACIONES:
Puedes utilizar las yemas que te quedaron de los huevos para elaborar unas riquísimas Natillas caseras.