Hoy quiero traeros una receta muy sencilla de preparar y con la que vais a quedar estupendamente después de una buena comida.
Se trata de una suave mousse de limón, que quedara perfecta tanto n verano por ser una receta fresquita como en invierno, que tendemos a comer mas , con ese toque acidito que da el limón y es ideal para los postres.
La textura, suave, cremosa, que se deshace en la boca y el sabor a limón, sumamente delicioso, pero no muy ácido.
El resultado un postre que siempre sentara bien y nada pesado, por lo que nadie resistirá la tentación de probarlo.
Como dificil es resistirse a una deliciosa tarta de Santiago como veréis aquí
Mousse de limón y leche condensada
Ingredientes:
• 200ml. de agua
• 120ml. de zumo de limón
• 2 sobres de gelatina de limón
• 500ml. de nata (crema de leche) para montar 35%mg. (crema de leche)
• 160gr. de azúcar blanca
• 160gr. de leche condensada
• caramelo líquido para el molde (Receta aquí)
Elaboración:
Ponemos en un cazo el zumo de limón, exprimido y bien colado siempre, junto con el agua y lo llevaremos al fuego hasta que esté bien caliente. No es necesario que llegue a hervir.
Cuando veamos que está bien caliente, lo retiraremos del fuego y le agregamos el
contenido de los 2 sobres de gelatina de limón. Removemos bien.
Le añadimos el azúcar y la leche condensada y volvemos a remover para que se disuelva todo bien.
Colamos la mezcla, por si quedo algún trocito de gelatina sin disolverse bien, y dejamos templar la mezcla a temperatura ambiente.
Montamos la nata (crema de leche). Recordar que siempre debe estar muy fría tanto la nata (crema de leche) como el bol y las varillas eléctricas que utilicéis. Incluso es conveniente meterla unos minutos antes de montarla en el congelador. Os resultara más sencillo.
Cuando la nata (crema de leche) este bien montada y la mezcla de limón este fría, iremos uniendo ambas con movimientos envolventes de abajo hacia arriba.
Pondremos caramelo en el fondo del molde que utilicéis y verteremos sobre él la mezcla.
Introduciremos en el frigorífico durante al menos 6 horas, aunque es mejor de un día para el otro.
Desmoldamos con cuidado y listo para servir.
Un postre sencillo y muy refrescante, ideal para después de una buena comida.