El queso ideal para usar es el tipo ricotta, que esté muy fresco; igualmente las frutas preferiblemente de temporada, pero eso sí!! no todas las frutas son aptas para este postre. Las mas recomendables son frutas que tengan textura y sean húmedas, por ejemplo duraznos, melocotones, ciruelas, fresas, moras, piña, melón, kiwi, blueberrys, mango bien firme, cerezas, uvas.
En cuanto al crumble, se prepara con anticipación y se envasa en un frasco de vidrio con tapa hermética y así está listo para usarse cada vez que armemos nuestro postre. Lo bueno de este crumble es que rinde para varias porciones.
Y definitivamente lo mejor de este postre es que es libre de azúcar refinado y combina proteína, fibra, hidratos complejos, vitaminas y grasa saludable. O sea, lo tiene todo… la ricotta aporta proteína, las frutas vitaminas y junto a los ingredientes del crumble son hidratos complejos, pero además contiene buena cantidad de fibra. Si además añadimos frutos secos al crumble, también obtenemos grasas saludables.
INGREDIENTES
para el crumble:
1/3 de taza de harina integral de trigo
1/4 de taza de harina blanca de coco o coco seco molido
1/3 de taza de avena en hojuelas
3 cdas de aceite de soja o girasol
2 cdas de agua helada
1 pizca de sal
1/2 cdta de canela
1/4 cdta de clavo molido
3 sobres de stevia = 3 gr
frutos secos o semillas (opcional)
para la mousse o base (las cantidades varían según la cantidad de raciones que se van a preparar)
queso tipo ricotta
ralladura de limón
agua
stevia al gusto
combinación de dos o tres tipos de frutas de las antes descritas.
PREPARACIÓN
Colocar en un bowl los ingredientes secos del crumble, mezclar bien y añadir el aceite y el agua helada y con la ayuda de un tenedor, integrar y compactar hasta lograr un arenado grueso. Una vez listo el arenado colocarlo sobre una bandeja para horno con papel manteca. Hornear a 150 °C hasta que esté dorado, tostado, seco y crujiente. Dejar enfriar por completo y envasar en frasco con tapa.
Por cada vaso o bowl de postre; cremar 2 cdas colmadas de queso ricotta con un poco de agua. Puede hacerse con un batidor de globo, batidor eléctrico de varillas o con un tenedor. Una vez cremoso y aireado el queso, incorporar ralladura de limón y stevia granulada al gusto.
Escoger las frutas a usar y picarlas en trozos pequeño del mismo tamaño.
Colocar en el fondo del vaso o recipiente la porción de ricotta, encima agregar la fruta picada y mezclada y por último, coronar con una buena cantidad de crumble.