Antes de empezar con la entrada, quería dejaros el enlace a la entrevista que desde Lecuine me hicieron hace poco y que el otro día publicaron en su blog, como ya hiciese anteriormente en Rebañando también. Así que si quereis saber un poco más sobre nosotras y sobre todo sobre Corazón de Caramelo pincha en este enlace para leer la entrevista completa y podrás ver también fotos de la cocina donde hacemos con mucho cariño todo lo que os mostramos en este blog. Y como no podía ser de otra manera, las fotos fueron hechas como todas las demás y con toda la paciencia del mundo, por mi fotógrafo particular, Luis. Espero que os guste
Y ahora sí, os cuento que hace poco se me ocurrió adaptar la receta de la New York Cheese Cake que publiqué anteriormente y hacerla sin nada de gluten y que así las personas celiacas puedan disfrutar de la tarta de queso por excelencia, para mi la mejor de todas las tartas de queso, sin lugar a dudas.
La última vez que hice esta tarta fue en el cumpleaños de Javier y tuvo tanto éxito que cuando me quise dar cuenta a penas quedaban los restos y casi no pude probarla. Empecé a cortar la tarta con la pala para repartirla y no paré hasta que me vi rebañando el stand donde la había puesto, para no quedarme sin comprobar cómo me había salido la adaptación de la New York Cheese Cake a sin gluten y eso que la tarta la hice solo para los padres de los amiguitos de Javi ya que para los pequeñajos había una tarta de lo más chocolateada que es la que vuelve locos a todos los niños, bueno y a mi también jeje.
Es una tarta deliciosa, suave y muy fresquita. Es además muy apropiada y apetecible para estos días de verano y para cualquier celebración que se te ocurra, ya que es vistosa y luce en cualquier mesa que la coloques. La fruta por encima del coulis de frambuesas, le da el toque no solo de color si no que también la mezcla de sabores de todas las frutas del bosque que puse, la hace todavía si cabe, más espectacular.
INGREDIENTES: Para la base de la tarta:
85 gr. de mantequilla
200 gr. de galletas sin gluten
40 gr. de almendra molida (opcional, pero te la recomiendo)
Para el relleno de la tarta:
250 gr. de azúcar
3 huevos
900 gr. de queso fresco (tipo philadelfia)
200 ml. de nata (crema de leche) fresca (crème fraîche) o yogur griego
El zumo de medio limón
3 cucharadas soperas de maizena.
1 cucharadita de extracto de vainilla
Para la salsa de frambuesas:
300 gr. de frambuesas
El zumo de medio limón
3 cucharadas soperas de azúcar
1 hoja de gelatina
ELABORACIÓN:
Precalentamos el horno a 200ºC.
Trituramos las galletas con un robot de cocina o metiéndolas en una bolsa y golpeándolas con el rodillo hasta obtener un polvo fino de galletas.
Derretimos la mantequilla en el microondas y la mezclamos con las galletas hasta que quede una consistencia parecida a la arena mojada. Forramos la base de un molde desmoldable con papel de hornear y la cubrimos con las mezcla de las galletas con la mantequilla, presionando un poco pero no demasiado, ya que de lo contrario nos quedaría demasiado dura la base de la tarta. Metemos en el congelador mientras preparamos el relleno.
Batimos juntos el queso, la nata (crema de leche) o yogur, la maizena, el extracto de vainilla, el zumo del medio limón y el azúcar. Cuando esté bien mezclado y sin grumos, añadimos los huevos uno a uno esperando a que se integren antes de echar el siguiente. No batiremos demasiado en este paso para que la masa no coja demasiado aire.
Vertemos la mezcla sobre el molde que teníamos en el congelador e introducimos en el horno 10 minutos a 200º C. Bajamos la temperatura a 90ºC. y horneamos durante 30 minutos más. Ahora apagamos el horno y dejamos dentro la tarta varias horas hasta que esté a temperatura ambiente. La metemos en la nevera hasta que se enfríe.
Para preparar la salsa de frambuesas introducimos la hoja de gelatina en un vaso de agua fría durante 5 minutos. A parte, calentamos en un cazo las frambuesas con el azúcar y el zumo de limón. Removemos hasta que se hayan deshecho las frambuesas ayudándonos de un tenedor para aplastarlas. Cuando esté bien caliente la mezcla, añadiremos la hoja de gelatina que habíamos dejado hidratando en el vaso de agua y moveremos hasta que se disuelva por completo. Pasamos la mezcla por un colador para quitarle las pepitas.
Dejamos que se enfríe un poco antes de echar la salsa de frambuesas sobre la tarta. Metemos en la nevera durante aproximadamente 2 horas.
ALGUNAS ACLARACIONES:
Los platos que aparecen en la primera foto son de Pic Plates, una maravilla de tienda de menaje de mesa, platos, vasos, cucharas de primerísima calidad y preciosos, no sabes cómo te viste la mesa en cualquier celebración.
Esta tarta gana mucho haciéndola de un día para otro.
Si no quieres hacer la salsa de frambuesas, mezcla 2/3 de bote de mermelada de frambuesas con 1/4 l. de agua y ponemos a calentar. No es necesario que llegue a hervir. Mientras hidratamos dos hojas de gelatina en agua muy fria durante 10 minutos y se las añadimos a la mezcla de mermelada con agua hasta que se disuelvan completamente.