Ya os conté que un verano le regalé a mi madre una panificadora para que hiciera su propio pan en casa, pan sin gluten que es el que ella puede consumir.
La panificadora de mis padres es la más viajera que conozco, viaja con frecuencia de Córdoba a Chipiona y de Chipiona a Córdoba. Por lo que era frecuente recibir una llamada de mis padres para que les explique los ingredientes y las indicaciones de programación que necesitan, ya que se les olvida las instrucciones. Menos mal que está la niña, que se compró otra panificadora, para resolverles las dudas y que puedan tener pan recién hecho, ya sea en Córdoba o en Chipiona.
Pues he pensado que lo mejor es hacer un post para estos casos. Así que empecemos por los ingredientes que necesitamos para preparar un delicioso pan de granos sin gluten:
250 ml de agua
200 ml de leche
1 y 1/2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
500 g de harina sin gluten
1 y 1/2 cucharaditas de azúcar
1 y 1/2 cucharaditas de sal
1 y 1/2 cucharaditas de levadura seca
50 g de semillas de girasol
50 g de pipas de calabaza
La leche que vamos a utilizar es sin lactosa. La leche le aporta al pan una textura más de pan de molde, tierno y esponjoso. Podemos sustituir la leche por agua en la misma proporción, teniendo en cuenta que cambiará su textura.
El azúcar que vamos a utilizar es azúcar moreno, aunque podemos utilizar también azúcar blanca.
Preparación:
Sacamos el molde de la panificadora, comprobando que las varillas de amasado estén bien colocadas y vamos a ir echando los ingredientes por orden en él. Empezando siempre por los líquidos y después continuando con los sólidos.
Como ya os comenté en la anterior receta de pan, es mejor poner todos los ingredientes en el molde fuera de la panificadora, de esta manera no caerá nada en el interior del aparato que pueda estropear su funcionamiento.
Enchufamos la panificadora a la corriente y la configuramos en el programa 9 (Sin gluten). A continuación, indicamos el peso, en este caso 1250 g. Luego el nivel de tueste que deseamos, yo lo suelo hacer muy tostado, para que la corteza del pan quede lo más crujiente posible. Y por último, le damos a inicio.
Antes de hornear, la panificadora nos avisa con 10 pitidos por si queremos quitar las varillas de amasado para que no queden en el interior del pan. Yo suelo estar pendiente para quitarlas, así luego no debo que tener cuidado de no dañarlas al cortar el pan.
Presentación:
No sé si os habréis dado cuenta, los que ya me conocéis, que soy una persona muy práctica, aunque me gusten muchos los detallitos y los que no me conocéis tanto, ahora os daréis cuenta.
Colocamos una tabla pequeña sobre un trapo de tela y ponemos el pan, de esta manera, además de que queda bonito para servir en la mesa es práctico, porque a la hora de cortar el pan en rebanadas es mucho más fácil. Y por supuesto, un buen cuchillo de cortar el pan no puede faltar.
En cuanto a la conservación del pan, tenemos varias opciones, cubrirlo con papel film como lo hace mi madre; guardarlo en una bolsa de plástico; guardarlo en una panera; o lo que yo hago, que es cubrir el pan con el trapo y meterlo en una bolsa grande con auto cierre, de esta manera, cada vez que tengamos ganas de comer pan sólo tenemos que sacarlo de la bolsa y cortar sobre la tabla en la que está apoyado. Mis amigos Lola y Fran lo suelen guardar en una bolsa de auto cierre en la nevera.
¿Qué os parece el resultado? Mi madre está encantada, ya que siempre tiene un delicioso pan sin gluten en casa.
Este pan es ideal tanto para comerlo directamente así o para tostarlo a la hora del desayuno.
Bon appétit!