No suelo comer pan, así que tampoco hago mucho en casa, pero tenía que hacer este cuquísimo pan de molde casero disfrazado de sandía, ¿a que queda la mar de gracioso? =) Pues es sencillo de preparar, ya digo que yo no tengo mucha experiencia haciendo pan y quedó bien, ¿verdad?. Además, el pan casero lleva mucha menos azúcar, mantequilla y porquerías que el de de las tiendas. Me inspiré en esta receta, que está en inglés pero incluye vídeo. Mi pan en concreto no lleva azúcar ni lactosa. Os cuento:
225 ml de leche (en mi caso sin lactosa)
1 y 1/2 cucharadas de mantequilla
10 g de Stevia (o 30 g de azúcar)
3/4 de una cucharadita de sal
1 sobrecito de levadura seca instantánea de panadería (8-11 g)
420 g de harina + algo más para el proceso de amasado
100 g de pasas (yo usé la mitad de uvas pasas y la mitad de arándano rojo)
1 yema de huevo
1 cuchadita de mantequilla para untar el molde
Colorante alimentario rojo y verde (o como yo, amarillo y azul)La preparación:
1. Vertemos la leche en un cuenco hondo y añadimos la mantequilla. Le damos más o menos 1 minuto en el microondas hasta que la leche esté tibia y la mantequilla se derrita en ella.
2. Añadimos entonces la Stevia o el azúcar, la sal, la levadura y la yema de huevo (yo eché el huevo entero). Mezclamos.
3. Añadimos entonces más o menos 3/4 partes de los 420 g de harina y reservamos el resto. Tiene que quedarnos una masa húmeda y pegajosa que aún no se puede manejar.
4. Hacemos un corte por la mitad (más o menos, no queda bien definido porque la masa es muy húmeda). Después cortamos una de las mitades en 2 cuartos. Cada cuarto lo ponemos en otro recipiente.
5. La sección más grande de la masa, es decir, la mitad, la teñimos de rojo. Será el interior de la sandía. Echamos unas cuantas gotas hasta que nos guste el color y mezclamos.
6. Mezclamos entonces con las pasas, que serán las pepitas de la sandía. Añadimos más harina de la que teníamos reservada y mezclamos. Tiene que quedar una textura menos húmeda que podamos manejar.
7. Entonces espolvoreamos un poco de harina sobre la mesa y amasamos durante 8 minutos. Doblamos la masa sobre sí, la aplastamos, le damos la vuelta, aplastamos de nuevo, doblamos sobre sí... Si en algún momento se pega a la mesa, espolvoreamos con un poco de harina.
8. La hacemos una bola, cubrimos el cuenco con papel transparente o con un paño y ponemos la masa a levar durante unas 2 horas; dependerá de lo caliente que esté la cocina. Yo precaliento el horno durante un rato y cuando la masa está lista, apago el horno y el cuenco con la masa lo pongo sobre el horno, pero fuera de él. Así sólo le llega calor residual de la superficie.
9. Seguimos con la corteza de la sandía. Tintamos de verde uno de los cuartos de masa que habíamos apartado. Si no tenemos verde mezclamos azul y amarillo como yo hasta que nos guste el tono. Mezclamos y añadimos un poco más de harina de la que habíamos reservado hasta poder trabajar la masa.
10. La amasamos durante 6-8 minutos sobre el mostrador como hicimos con la rosa. Hacemos una bola con la masa verde, cubrimos el cuenco y la dejamos levar también.
11. Repetimos el proceso con el tercer cuarto de masa, que conservaremos de color blanco. Añadimos harina hasta obtener una masa que se pueda trabajar y amasamos 6-8 minutos. Luego la ponemos a levar.
12. Pasadas las 2 horas, la masa habrá doblado su tamaño. Apretamos la masa rosa para deshacernos el exceso de aire. Le damos forma cilíndrica del largo del recipiente que vayamos a usar. El mío es un recipiente alargado de cristal para horno y las medidas son 23,5x12x6 cm.
13. Ahora con un rodillo (o una botella de cristal) vamos a estirar la masa blanca para poder cubrir con ella nuestro cilindro rosa. Lo mejor es estirar la masa sobre un trozo de papel de horno, ya que nos facilitará luego la tardea de enrollar.
14. Pintamos la masa blanca con leche con ayuda de un pincel de cocina. Pintamos con leche también el cilindro rosa. La leche hará de pegamento.
15. Colocamos el cilindro rosa en el centro de la masa blanca y lo envolvemos con ella, podemos ayudarnos del papel de horno para levantar la masa. Tenemos que asegurarnos de que quede sellado para que no se nos mezclen los colores al levar ni al cocinar.
16. Estiramos la masa verde y la pintamos con leche. Entonces enrollamos el cilindro blanco en el verde y de nuevo sellamos bien para que no se mezclen las masas.
17. Lo siguiente es engrasar con mantequilla derretida el molde en el que vayamos a hornear. Introducimos nuestro pan con los pliegues boca abajo.
18. Lo dejamos levar 1 hora más. Yo lo dejé de nuevo sobre el horno, ya que la superficie todavía estaba caliente. Volverá a doblar su tamaño (en la foto tenéis el antes y el después).
19. Finalmente horneamos en el horno precalentado a 190º durante 20-25 minutos. Cuando esté hecho se verá más morenito por arriba y al darle con los nudillos a la parte de arriba, sonará hueco.
20. Ahora lo sacamos del molde y lo dejamos en paz hasta que se enfríe. El pan necesita reposar. Si lo ponemos sobre una rejilla, mejor, para que no sude. Si somos impacientes como yo he sido otras veces, la molla estará todavía húmeda, el corte no será limpio y "romperemos" el pan. Así que mejor esperar a que se enfríe ;) ¡Y a disfrutarlo!
* Vale para sándwiches, para comerse una rebanada a media tarde con nutella o con mermerlada y queso, con jamón de pavo... Si das una merendola lo puedes servir solito en triangulitos, como si fuera sandía de verdad, y queda ideal con el resto del picoteo ;)
¡Buen provecho!
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Bergua*