El sábado pasado, publicaba un delicioso postre del otro lado del océano, Pumpkin Monkey bread; hoy, os traigo uno que no puede faltar en la Navidad.
Nos vamos a Italia, con las Hermanas Simili.
Sin miedo, solo hay que tener paciencia y dejar que la harina, la mantequilla y la levadura, se transforme en un maravilloso Pandoro.
¿Te atreves?
¡Venga!
Ingredientes:
Lievitino (masas de arranque, aumentadora)
50 gr de harina de fuerza
60 gr de agua templada
15 gr de levadura fresca
1 cucharada de azúcar
1 yema de huevo
Primera Masa
200 gr de harina de fuerza
2 cucharaditas de agua
3 gr de levadura fresca
30 gr de mantequilla
25 gr de azúcar
1 huevo
Segunda Masa
200 gr de harina de fuerza
140 gr de mantequilla a temperatura ambiente
100 gr de azúcar
2 huevos
1 cucharadita de sal
1 cucharada de esencia de vainilla o las semillas de una vaina de vianilla
¡Empezamos, con el Lievitino!
En un bol, disolvemos la levadura con el agua templada. Añadimos el azúcar, la yema y la harina.
Mezclamos bien, hasta que estén todos los ingredientes bien integrados.
Dejamos fermentar, aproximadamente 50-60 minutos.
Seguimos. Ahora, la primera masa.
Un bol, más grandote.
Disolvemos la levadura con el agua, añadimos el lievitino, el azúcar, la harina y el huevo. Batimos enérgicamente. ¡Venga, caña!.
Ahora, incorporamos la mantequilla. ¡Venga, sigue!.
Lo dejaremos fermentar en algún lugar cálido, unos 45 minutos o hasta que doble su tamaño.
(Dentro de un armario, o en el horno apagado)
Y ahora ya, con la amasadora, la segunda masa.
Añadimos a la primera masa, los huevos, el azúcar, la harina, la sal y la vainilla. Se mezcla, amasando, unos 8-10 minutos.
¿Como lo llevamos?, ¿bien?. Aun quedan unos cuantos pasos más; pero sin miedo. Que esto sale, si o si.
Aplastamos la masa. La doblamos sobre si misma y la guardamos en un bol engrasado de mantequilla.
Dejamos que fermente, cubierta, hasta que doble su tamaño (de 60 a 90 minutos).
Una vez haya crecido, meteremos el recipiente (con la masa en su interior... jajaja) en el frigorífico, unos 30-40 minutos.
Extendemos la masa sobre la superficie de trabajo y con un rodillo intentamos darle forma de cuadrado.
Distribuimos los trozos de mantequilla en el centro y plegamos las cuatro esquinas, hacia el centro, fijando la mantequilla y la masa.
Extendemos este cuadrado, con el rodillo, formando un rectángulo.
Doblamos en tres. Dejamos fermentar, 15-20 minutos (en el frigorífico).
Volvemos a aplanar y doblamos de nuevo, en tres.
Otro reposo de 15-20 minutos (en el frigorífico).
Y una vez más. Aplanamos, doblamos y dejamos descansar otros 15-20 minutos (en el frigorífico).
¡Ánimo, que ya terminamos!
Vamos a pintar el molde con mantequilla. Trata de hacerlo cuidadosamente, no te dejes ningún rincón sin engrasar.
Ahora, formaremos una bola con la masa, dejando los bordes debajo, y girando la masa con las manos untadas en mantequilla. A ver si con las imágenes, puedes verlo más claro.
Para colocar la masa en el molde, ponemos la parte redonda de la masa hacia abajo. (Así la masa tendrá salida, en sentido contrario, abriéndose)
Lo taparemos con mucho mimo, para que no se resfríe. Esperaremos a que suba, asomando la masa por encima del borde del molde. No seas impaciente. En un lugar cálido y a esperar.
Horno a 170º.
Hornearemos durante 15 min. a 170º. Sin abrir el horno, bajaremos la temperatura a 160º y hornearemos, 10 min. más.
Pincha el pandoro, con una brocheta para comprobar que sale seca. Si es así, esta hecho.
¡Por fin!
Desmoldamos con cuidado y espolvoreamos con azúcar en polvo.