Que sí..., que no me he vuelto loca..., que ya sé que el panettone es italiano pero es que resulta que he pasado unos días en Perú y allí lo típico en Navidad es comer... ¡¡Panettone!!
En este mes de diciembre, nuestra amiga Mara de Más dulce que salado nos proponía como Reto Qué rico, mami! que hicieramos recetas navideñas de todo el mundo excepto españolas. No es que sea complicado, porque hoy en día, con "San Google" lo tenemos casi todo solucionado y como resulta que me iba unos días a Perú, me dije: "¡Qué bien! Voy a ver que se come en Perú por Navidad y así traigo un dulce típico de allí" Y, si os digo la verdad, me quedé un poco chafada cuando vi que lo típico allí era el panettone pero, no porque los viera en las tiendas, porque aquí también los encuentras a montones, sino porque me cercioré preguntándole a una chica peruana y es lo más típico de Navidad, el panettone con el chocolate y el pavo. Podía haberos enseñado el Turrón de Doña Pepa, pero resulta que eso es típico en Octubre, aunque ya lo haré para que lo veáis porque no es un turrón como lo que nosotros conocemos. Así que, lo que os he traído es eso, un panettone estupendo del que ahora os contaré un poquito su historia.
Como todos sabéis seguramente, el panettone es italiano. Según parece, ya los romanos hacían un pan levado dulcificado con miel. Pero no es hasta el siglo XV que surge el panettone. Hay varias leyendas sobre su creación, y que apuntan su nombre como "pane de Toni" (siendo Toni el nombre del panadero creador). Sin embargo, no es hasta el siglo XVIII cuando se tiene registro escrito del panettone en el artículo del escritor iluminista Pietro Verri que lo describe como un dulce tradicional navideño milanés y que lo llama "pane di tono", "pan grande". A comienzos del siglo XX comienza su distribución a todo el mundo hasta hoy donde está presente en las navidades de multitud de países.
En Perú, se llegan a comer más de cinco panettones por familia durante las fiestas siendo el segundo país mayor consumidor mundial del dulce. Su consumo se remonta a comienzos del siglo XX cuando Antonio D"Onofrio, hijo de inmigrantes italianos lo introdujo con su propia marca y actualmente, Perú es un gran exportador de panettones sobre todo a América Latina, Japón y Estados Unidos.
El panettone se toma tradicionalmente durante la Navidad y el Fin de Año, aunque poco a poco se va extendiendo su consumo durante las Fiestas Patrias. Se acostumbra a tomar con chocolate caliente.
Así que, viendo que lo típico en Perú era el panettone, como os he dicho antes, pues nada, a hacer panettone. Hacía pocos días que había visto una receta de nuestra amiga Ester, de La Cuinera, en el blog de Megasilvita y, como soy fan de Ester porque hace unas recetas alucinantes y las explica aún mejor, me dije, voy a probar.
En la receta ponía "es una receta difícil" y pensé que me podía atrever con ella si seguía bien los pasos y lo llevaba todo bien medido y ordenado. Pero claro, no contaba con el factor "olvido" y se me olvidó hacerle la cruz al panettone, con lo cual, mis panettones se salieron un poco del molde y se desparramaron. Con todo y con eso, he conseguido dominarlos y, aunque se nota que la superficie no está lisa, no han quedado muy mal para la foto (LOL). Espero que no lo tengáis muy en cuenta, y disfrutéis de la receta porque merece la pena.
PANETTONE
Ingredientes:
Para el poolish:
250 gr. harina de fuerza
25 gr. levadura fresca de panadería (ó 8 gr. levadura seca de panadería)
250 gr. agua
Para la masa final:
500 gr. harina de fuerza
25 gr. levadura fresca de panadería (ó 8 gr. de levadura seca de panadería)
150 gr. azúcar
200 gr. mantequilla FRÍA
3 huevos M (120 gr.)
2 yemas (40 gr.)
100 gr. leche entera
una pizca de sal
125 gr. chispas de chocolate
Para pintar:
1 huevo M
una pizca de sal
Para decorar:
azúcar glas
Preparación del poolish:
El poolish es una masa madre blanda y debe su nombre a los panaderos polacos que enseñaron este prefermento a los franceses. El poolish se hace la noche antes y permitirá que nuestro panettone tenga mejor sabor y miga según nos cuenta Ester.
Ponemos la harina en un cuenco grande. Diluimos la levadura fresca en el agua y lo mezclamos con la harina. Removemos bien hasta que obtengamos una masa homogénea. (Si utilizáis la levadura seca, podéis poner los tres ingredientes juntos y mezclar).
Tapamos con papel film y lo dejamos en un sitio templado y sin corrientes de aire hasta la mañana siguiente. A mi me gusta meterlo en el horno, por supuesto sin encender.
Preparación de la masa final:
Yo he utilizado la KA, que cada día le voy cogiendo más el tranquillo, y queda una masa perfecta. Pero podéis utilizar cualquier otra amasadora que tenga gancho.
En el bol, ponemos la harina, el azúcar, la sal, los huevos y las yemas y empezamos a batir a velocidad media. (Si utilizamos la levadura seca, la mezclaremos junto con estos ingredientes).
Diluimos la levadura fresca en la leche y empezamos a agregarla a los ingredientes secos en forma de hilillo.
Amasamos unos 10 minutos hasta obtener una masa rugosa, que habrá empezado a desarrollar el gluten.
Agregamos la mantequilla cortada a cuadraditos, sin parar de amasar a velocidad media hasta que la masa absorba toda la mantequilla, unos 10 minutos más aproximadamente. La masa se habrá vuelto muy pegajosa.
Agregamos ahora el poolish y seguimos amasando durante unos 15 minutos más.
Ahora amasaremos un poco a mano, para que la masa quede mejor. Para ello, pondremos la masa encima de la mesa, sin enharinar y amasaremos introduciendo aire como os muestro en el video. Veréis perfectamente como las burbujas de aire se van metiendo en la masa y quedan atrapadas.
Amasaremos hasta que la masa no se quede pegada en las manos. Para saber si está lista, haremos la prueba de la membrana, cogiendo un trocito y estirando con los dedos. La masa forma como una membrana transparente que no se rompe.
Formamos ahora una bola y la dividimos en dos. Estiramos la masa con las mismas manos, encima de una superficie ligeramente enharinada y le ponemos la mitad de las chispas de chocolate.
Estiramos la otra mitad igualmente y la ponemos encima de la anterior, cubriéndola con el resto de chispas.
Ahora vamos doblando la masa, haciendo una bola para que las chispas se queden todas dentro.
Rellenamos nuestros moldes de panettone, sólo hasta la mitad. A mí me han salido para tres panettone.
Dejamos fermentar la masa hasta que casi asome por el borde, entre 2-4 horas, depende de muchos factores sobre todo ambientales.
Precalentamos el horno a 180ºC, calor arriba y abajo, sin ventilador.
Pintamos el panettone con cuidado con un poco de huevo batido y sal y, justo antes de meter en el horno, le hacemos un cruz a la masa.
Horneamos unos 35 minutos, o hasta que el interior del panettone esté a 90ºC.
Cuando lo saquemos, debemos ponerlo a enfriar bocabajo, atravesándolo con una brocheta y colgándolo, para que no se hunda y se quede apelmazado.
Una vez frío, lo espolvoreamos con azúcar glas y servimos.
Bueno, espero que os haya gustado el vídeo y que hagáis la receta pues como dijo Ester, merece la pena y yo lo corroboro. Así que ya estáis tardando. Además de regalito de Navidad es genial.
Ahora, os dejo con las propuestas de mis compis de reto. Pinchad aquí y entraréis en un mundo de maravillas para estas Navidades.
Aquí os dejo mi anterior propuesta para el Reto Qué rico, mami! que bien puede adaptarse a cualquier menú navideño:
Corona de brioche rellena de dulce de membrillo y mermelada de arándanos rojos.