Si, otra improvisación de un día con poco tiempo, no muchos ingredientes y ganas de no terminar comiendo pizza, que quedo para chuparse los dedos, obvio, si no no lo estaría contando acá jajaja!
Ingredientes:
Spaghetti - 2 porciones.
Pechuga de pollo - 400 gr.
Salsa de tomate - 500 gr.
Aceite de oliva - Cantidad necesaria.
Cebolla - 1 grande.
Ajo - 1 dientito.
Albahaca - 1 ramito.
Sal y pimienta - Cantidad necesaria.
Manos a la salsa:
Empezá preparando los spaghetti y reservalos a un costado para usarlos mas adelante.
Por otro lado pelá y picá la cebolla y el ajo y rehogalos en una ollita con aceite de oliva caliente.
Cuando veas que la cebolla esta un poco transparente agregá a la ollita el pollo cortado en trocitos, salpimentá y deja que se cocine por unos minutos, primero a fuego medio para sellar un poco el pollo y después a fuego bajito para que se termine de cocinar bien por dentro.
Agregá la salsa de tomate. Deja que se cocine por uno o dos minutos y probá la salsa para asegurarte de que no le falten condimentos. Dejá que la salsa se cocine por unos minutos a fuego bajo, revolviendo cada tanto.
Pasá la salsa junto con los spaghetti a una sartén caliente con un poco de aceite de oliva, revolvelos bien para mezclar bien todo y dejalos cocinar unos minutos. Mientras les das ese golpecito de calor, picá la albahaca.
Sacá la sartén del fuego, tirale la albahaca picadita, revolvé y listo, tenes la cena hecha. Solo queda servir y disfrutar.
:)
Fuente: este post proviene de Blog de annikssk, donde puedes consultar el contenido original.
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