Semana pastelera.
El miércoles pasado, el pastel de crêpes. Dulce, fácil y delicioso.
Hoy, una de esas maravillosas recetas que le copio a la Meiga del Norte.
PastelaKo, salado. Delicioso.
Otro que para las próximas fechas Navideñas, se convertirá en clásico.
¡Vamos!
¡A por el!
Gracias, Tara.
Ingredientes:
850 gr. de calabacín
100 gr. de queso Feta
2 ramitas de menta
2 huevos
100 ml. de leche
1 cucharada de aceite de oliva
75 gr. de harina
1 cucharadita de impulsor
Sal y pimienta
Mantequilla y harina para el molde
Horno a 180º.
Batimos los huevos con la leche y el aceite.
Añadimos la menta picada y el queso feta desmenuzado, mezclamos.
A continuación, la harina tamizada y la levadura. Salpimentamos y mezclamos bien.
Lavamos los calabacines y cortamos en rodajas muy finas, con una mandolina o un pelador. Mezclamos suavemente con la masa.
Engrasamos un molde de 20 cm de diámetro con la mantequilla y espolvoreamos con un poco de harina. Vertemos la mezcla, suavemente con una cuchara, colocando un poco las rodajas de calabacín para que quede más bonito a la vista.
O, como he hecho yo. El molde es mucho más grande y me saldrá más finita. Voy mojando en la mezcla cada rodaja y con paciencia, las coloco. (Paciencia, si).
Horneamos durante 40-50 minutos. Si se dora demasiado rápido, tapamos con papel de aluminio. Dejamos enfriar el pastel antes de desmoldar. Servimos caliente o frío, desmigando un poco de queso feta y con alguna salsita ligera... De yogur, tomate y albahaca o tomate y piripiri.
Preparas las salsas. las pones en unas mangas pasteleras bien cerradas y puede ser un obsequio muy bien recibido estas fiestas Navideñas, en cualquier lugar al que vayas.