aceite de oliva
150-200 grs de queso feta
2 cucharaditas de menta seca
1 cucharada de yogur griego
6 hojas de pasta filo
3 huevos batidos
semillas de sésamo para decorar
Elaboración:
Precalentamos el horno a 200º. Forramos una bandeja de horno con papel antiadherente y pintamos con generosidad con aceite de oliva, para impedir que las empanadillas se nos peguen una vez cocidas.
Desmenuzamos y majamos el queso feta en un cuenco pequeño junto con la menta seca y el yogur griego hasta que la mezcla quede lo suficientemente blanda como para moldearla con facilidad.
A continuación, disponemos una hoja de pasta filo sobre una superficie de trabajo limpia y la cortamos en cuatro cuadrados. Dejamos cerca el cuenco de los huevos batidos. Colocamos un cuadrado de masa delante nuestro, cogemos una cucharadita de la mezcla de queso feta, lo damos con las manos la forma de una salchicha y la colocamos en la parte de abajo de la pasta filo. Doblamos los bordes de la parte inferior para encerrar el relleno y enrollamos la pasta empezando por abajo, procurando mantener los bordes curvados. Mojamos los dedos en el huevo batido y sellamos todas las juntas para evitar que el relleno se salga durante la cocción.
Colocamos las empanadillas sobre la bandeja del horno que hemos dejado ya preparada y repetimos el proceso con el resto de la pasta filo y del relleno. Pintamos por todos los lados las empanadillas con huevo batido y esparcimos por encima una pizca de semillas de sésamo para cocerlas durante unos 15 o 18 minutos o hasta que estén bien doradas. Servimos de inmediato.