Una semana llevaba aquella frase rondando en su cabeza. Una semana desde que le habían dicho aquello. Ni de sus jefes ni de sus compañeros. Había venido directamente de un usuario
Una mujer de treinta años que había llamado al teléfono de emergencias por una gastroenteritis. Dos llamadas en diez minutos. La última, reclamando un médico a domicilio
¿Tener compasión por una mujer de treinta años con gastroenteritis que espera un médico a domicilio porque no le han enseñado que no todo se consigue inmediatamente, chasqueando los dedos y que además lo reclama a gritos?
Cuántas cosas se le ocurren que le hubiera podido decir
"No señora, no tengo que tener compasión. Usted debe haber querido decir "profesionalidad". Porque lo que usted lo que quiere encontrar al otro lado de una línea de emergencia es profesionalidad, rapidez, resolución, eficacia. Y no compasión. Compasión deberían tener las personas que llaman a emergencias por unas cagarrinas. Compasión por los infartados, los accidentados, los abuelos de ochenta años tirados en el suelo minutos y minutos esperando una ambulancia
Compasión deben tener aquellas personas que con treinta años y unos retortijones, no piensan en las otras personas que sufren. Que sufren embolias, caídas, palizas, violaciones, ahogos. Todas ellas esperando una ayuda que llegará, o no, a tiempo
Usted y su diarrea, señora, no me produce ninguna compasión. Es más, nadie le hubiera tenido que decir que un médico iría a visitarla. Le hubiera tenido que decir, que cuando a usted le fuera bien, entre retortijón y retortijón, se fuera usted vistiendo y con el móvil que tiene usted todo el día en la mano, buscara el ambulatorio más cercano a su domicilio a las tres de la mañana
Pero claro, a pesar de la diarrea, se está muy calentita en casa. Vestirse ahora, salir de casa, despertar a su maridín, ir a urgencias, pasarse horas en la sala de espera, no por que no la quieran atender ni putear, ni por que todo el hospital se haya conjurado contra usted. Todo eso sería demasiado esfuerzo para usted
Porque usted, señora compasiva de treinta años con diarrea, está acostumbrada a exigir. A pedir y que le sea concedido. Porque usted es la que tiene poca o ninguna compasión y respeto. Y prefiere, a pesar de sus cagarrinas, usar las pocas fuerzas que le quedan entre deposición y deposición, en convertirse en la próxima ganadora de los premios Max de teatro, al estilo Carmen Machi en Juicio a una zorra y soltarme a mí, que nada tiene que ver con la decisión de enviarle un médico, esa frase lapidaria
Lapidaria, si. Porque no solo usted ha decidido tacharme de insensibilidad, no. Otras personas también se toman su tiempo, entre dolor y dolor, para regalarme sus mejores insultos
Claro que la sanidad está muy mal, que tooooodos pagamos impuestos. ¡Claro qué si!
¿Pero es este caso cuestión de política o de falta de recursos?
¿O tiene que ver con la educación y otros valores que hemos perdiendo en el camino?
La cultura del "aquí y ahora". Incluso del anonimato. ¿Me diría usted lo mismo si me tuviera delante o se le caería la cara de vergüenza antes de decirlo?
Lo cierto, es que no tener compasión no es eso. No tener compasión es que usted siga con diarrea pasados siete días, que viva en un décimo sin ascensor y que no tenga fortasec en casa
¡Eso sí es no tener compasión, señora de treinta años con diarrea exigiendo un médico a domicilio a gritos!"
PD Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia
INGREDIENTES
1 repollo
4 lonchas de queso tierno. En mi caso havarti
Medio kilo de carne picada. En mi caso de cerdo, pero puede ser mixta o la que más os guste
4 huevos
Sal
ELABORACIÓN
En un molde de aluminio colocar las hojas de repollo superpuestas y que sobresalgan por los lados para poder cerrar el pastel
Encima poner la mitad de la carne picada presionando un poco
Batir dos huevos con sal y echar por encima de la carne
Colocar lonchas de queso cubriendo todo
Colocar el resto de la carne picada
Batir dos huevos con sal y verter encima
Colocar lonchas de queso
Cerrar con cuidado las hojas de repollo que hemos dejado que sobresalgan
Menú Horno 40
Dejar reposar 1 hora antes de consumir
Receta adaptada de las fichas coleccionables de La cocina de mi abuela de Planeta de Agostini
Consejos de La Farsa
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