El olor a humo le hizo pensar lo peor
Durante toda su vida había tomado decisiones equivocadas, las peores. El alcohol y las drogas la habían llevado por caminos sin retorno
No había sido una buena hija, no era ni sería una buena madre
Aunque aún frecuentaba ambientes poco recomendables, desde hacía unos meses estaba intentando desengancharse. Aún era joven y si conseguía limpiarse y hacer las cosas bien, podría recuperar algunas cosas buenas que tenía en su vida
Casi nadie creía ya en ella, por eso sentía una determinación que pocas veces había sentido
Y ahora todo se había vuelto a torcer
Había visto lo que no debería haber visto. Siempre estaba donde no debía, siempre tan oportuna
En el mundo en el que se movía, había conocido a muchos tipos como aquellos. Sus negocios eran siempre sucios. Se alimentaban de lo peor de este mundo
No habían tenido escrúpulos en acabar con aquella chica y deshacerse de ella a saber dónde, y no los tendrían con ella
Había podido salir corriendo en el último momento, pero la habían visto
Tenía pocas personas a las que recurrir y en esos lugares, la encontrarían enseguida. Por unos cuantos euros, esas mismas personas no tardarían ni un minuto en contarles dónde estaba, más con la pinta que tenían aquellos hombres
Por eso decidió alejarse lo más posible de su círculo habitual, pero a un lugar que conociera, en el que tuviera alguna vía de escape, si llegaba el momento
La policía quedaba descartada. Muchos de ellos estaban metidos hasta las cejas y se beneficiaban también de aquel submundo
Llevaba tres días escondida en aquella vieja fábrica. Sin salir. Sin asomar la cabeza. Encogida en un rincón de lo que, probablemente había sido un despacho, sin atreverse al mínimo movimiento
El olor a humo le llegó mientras dormía, si a aquello se le podía llamar dormir
Enseguida supo que algo no iba bien, su instinto de supervivencia le hizo concentrarse al máximo
Se había instalado cerca de una salida, pero eso no le serviría de mucho. Veía como el fuego se lo estaba comiendo todo
La única salida era por el tejado y debía darse prisa si quería tener una oportunidad
Solo pedía eso, una oportunidad más
Quería volver a ver a sus padres, quería volver a ver a su hija. Decirles lo que nunca fue capaz de decirles
Una oportunidad más, una pequeña
Cuando consiguió pasar al tejado contiguo, escuchó los disparos. No podía parar de correr, si la mataban prefería no verlo venir, que fuera por la espalda. Así que solo le quedaba correr
Qué alguien la viera. Qué alguien la metiera en su coche y la alejara de allí
No parar seguir, como había hecho siempre
Una única letanía repetida para si: "Ahora no, lo haré bien. Ahora no, lo haré bien. Ahora no, lo haré bien"
INGREDIENTES
Patatas
2 pimientos verdes
1 pimiento rojo
1 cebolla
750 g de salchichas de cerdo
100 ml de vino blanco
2 ajos
Aceite
Sal
Pimienta
ELABORACIÓN
Pelar y cortar las patatas en cubos
Cortar la cebolla y los pimientos en juliana
Salar las patatas
Poner aceite en la cubeta
Menú freír
Cuando el aceite empiece a calentar, añadir los ajos sin pelar y las patatas
Dorar
Retirar y reservar encima de papel cocina
Retirar el aceite, dejar muy poco
Menú Cocina
Pochar la cebolla y los pimientos
Retirar
Menú Freír
Freír las salchichas cortadas a trozos hasta dorar
Añadir aceite si fuera necesario
Menú Cocina
Añadir el vino
Remover
Dejar evaporar el alcohol
Añadir la cebolla y los pimientos
Remover
Añadir las patatas
Remover con cuidado
Dejar que se haga todo junto 2 en abierto
Receta adaptada de No soy un blog de cocina
Consejos de La Farsa
*Podéis poner la cantidad de patatas que queráis, por eso no he puesto cantidad